El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en rueda de prensa / EUROPA PRESS

El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en rueda de prensa / EUROPA PRESS

Política

La Generalitat pide un estado de alarma "descentralizado" para frenar la pandemia

El Ejecutivo catalán reclama gestionar en exclusiva las restricciones a la movilidad y el "toque de queda nocturno" ante el "grave" aumento de los contagios y hospitalizaciones por coronavirus

23 octubre, 2020 20:13

La Generalitat de Cataluña ha decidido solicitar al Gobierno la implantación de un estado de alarma "descentralizado" en su territorio para intentar poner freno al "extremadamente graveaumento de contagios de la pandemia de coronavirus.

Así lo han anunciado el vicepresidente Pere Aragonès y la consellera portavoz, Meritxell Budó, tras la reunión de urgencia de este viernes del Consell Executiu, dejando claro que el "mando único" y la responsabilidad de la gestión de las restricciones que se aplicarán corresponderá en exclusiva a la Generalitat.

Toque de queda nocturno

El estado de alarma daría amparo legal al Govern para implantar limitaciones a la movilidad ciudadana y le permitiría decretar como primera medida "un toque de queda nocturno" --cuyo horario no han desvelado, pero que previsiblemente sería entre las 23:00 horas de la noche y las 6:00 de la mañana--, sin descartar otras iniciativas similares.

Los dirigentes de la Generalitat han reclamado a la población que se recluya y se quede en casa, limitando sus salidas a lo estrictamente necesario y evitando al máximo la interacción social para revertir la tendencia negativa de la pandemia.

Medidas sin concretar

Este mismo sábado, el Govern tiene previsto convocar una reunión de urgencia de su servicio de Protección Civil (Procicat) y de sus expertos sanitarios para planificar toda esta serie de medidas, que se implantarían una vez en Gobierno central declare el estado de alarma. Algo que confían que haga a lo largo del fin de semana.

Los mandatarios del Ejecutivo catalán no han entrado en más detalles, como por ejemplo si implantarán cierres perimetrales de ciudades, algo que no descartan. Ni tampoco en si se levantará, o bien se prorrogará, el cierre de bares y restaurantes decretado desde la semana pasada en toda Cataluña. Algo que dependerá, según han dicho, "de los datos y criterios epidemiológicos" en los próximos días. En este sentido, también han dejado en el aire la posibilidad de ampliar las medidas de apoyo económico a estos establecimientos.

Contagios descontrolados

La Generalitat se sumó a la petición del estado de alarma hecha horas antes por otras comunidades como el País Vasco, Asturias, Extremadura y La Rioja para tener amparo legal ante la imposición de restricciones de movimientos a la ciudadanía y gestionarlas desde sus propias autonomías.

El Govern independentista accedió finalmente a solicitárselo al Gobierno tras haber alcanzado este viernes unos registros más que preocupantes: 5.400 nuevos casos de Covid-19 en 24 horas --un millar más que el día anterior--, 21 nuevos fallecidos por la pandemia, un riesgo de rebrote de 636 puntos y una ocupación de sus unidades de cuidados intensivos del 80%. La cifra de hospitalizados por esta enfermedad asciende ya a 1.700, de los que cerca de 300 están en ucis.

A la espera del Gobierno

El Gobierno, por ahora, no ha respondido a las peticiones formuladas por las autonomías para que decrete el estado de alarma. Y eso, a pesar de que el presidente, Pedro Sánchez, avisó a mediodía de la "gravedad" de la situación.

La declaración del estado de alarma corresponde al Consejo de Ministros, según contempla la Constitución, sin necesidad de esperar el visto bueno del Congreso para aprobar la medida, excepto para prorrogarlo más allá de los 15 días iniciales. Algo que ya ocurrió la pasada primavera, durante la primera ola de la pandemia.

El estado de alarma no implicará, en principio, un confinamiento total como el de la pasada primavera. Pero amparará el toque de queda como paso intermedio. Así se expuso, al menos, en la reunión que mantuvieron los consejeros autonómicos de Salud con el ministerio de Salvador Illa esta semana.