El Govern ha aprobado una rebaja obligatoria del alquiler de los bares y restaurantes obligados a cerrar por el Covid-19. El decreto-ley de la Generalitat prevé descuentos de hasta el 50% en caso de que no se alcance un acuerdo entre el propietario del local y el arrendatario.

La medida se hará efectiva cuando haya transcurrido un mes desde el comienzo de las negociaciones y ambos interlocutores no hayan logrado alcanzar un acuerdo.

Pactado con el Gremio

La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha defendido el decreto-ley, pactado con el Gremio de Restauración de Barcelona, para aliviar la carga económica del cerrojazo del sector.

La resolución se basa en la aplicación de la cláusula rebus sic stantibus para modificar contratos ante cambios sobrevenidos y extraordinarios como la pandemia. Si no hay acuerdo entre las partes, se aplicará de forma inmediata una rebaja sobre la cuota de alquiler.

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Descartada la mediación judicial

En los últimos días se había conjeturado sobre otra posibilidad, propuesta por el Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), que pasaba por la mediación con el auxilio de los letrados e implicaba la resolución de los casos por parte de un juez.

No obstante, esta opción ha sido descartada porque ahondaba aún más en la saturación de los juzgados. La Generalitat ha preferido una opción que proporcione una salida de emergencia a los negocios que se han visto forzados a bajar la persiana.

Beneficiarios

A esta medida se podrán acoger bares, restaurantes, centros de estética, bingos, casinos, salas de juego y ludotecas afectados por las restricciones. Esto afecta también a los bares y restaurantes que hayan cerrado al público, pero que estén ofreciendo entregas a domicilio y productos para recoger.

En el caso de actividades que tengan limitado su aforo, la rebaja del alquiler será proporcional a dicha reducción.