Daniel Granados suma y sigue. Este asesor del Ayuntamiento de Barcelona, que hace año y medio se contrató a sí mismo por un salario de 80.220 euros para dirigir un programa cultural, acaba de beneficiarse de un aumento de sueldo del 25%.
Si en enero percibía 54.246 euros brutos al año de sueldo público, a partir de ahora su nómina será de 68.027 euros a las órdenes del sexto teniente de alcalde y concejal del Área de Cultura del consistorio barcelonés, Joan Subirats.
Progresión meteórica
Según desveló en su momento el portal Sueldos Públicos, Granados percibió más de 80.000 euros durante los años 2016 y 2017 con cinco contratos a título personal a través de una asociación de la que él forma parte.
En diciembre de 2017. Granados fue nombrado jefe de departamento y asesor cultural adscrito al tercer teniente de alcalde, entonces el actual diputado Jaume Asens. En aquella fecha su nómina ascendía a 54.246 euros anuales.
Director de 'Cultura Viva'
Desde aquella fecha, Granados --actual pareja sentimental de la concejal Janet Sanz-- ha sido contratado a título personal hasta en cuatro ocasiones por el ICUB (Institut de Cultura de Barcelona), además de una vez más a través de la asociación a la que pertenece por 80.220 euros gracias a cuatro contratos menores que no requerían de concurso público. Desde 2016, dirige Cultura Viva, programa creado para fomentar espacios culturales en la ciudad.
El Portal de Transparencia del Ayuntamiento de Barcelona detalla que el sueldo de un asesor es de 68.027 euros, repartidos en 14 pagas de 4.859 euros. Sólo cuatro empleados perciben un mejor salario, dos directores de la Alcaldía (87.293 euros), el director de Servicios de Compatibilidad (77.457) y una asesora del Grupo Socialista (76.501 euros).
Limitación del código ético
El código ético de Barcelona en Comú (BeC), al que está adscrito Granados, permite que las cantidades percibidas pueden variar según las responsabilidades. Eso sí, todo lo que supere 28.000 euros netos anuales debe ser donado a entidades que designe su partido.
Granados, bajo el paraguas de BeC, se dedicó a organizar sus propios actos públicos y lanzar iniciativas de orden cultural, para luego entrar a formar parte del ICUB.