El portavoz parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, ha avanzado este martes que su partido no apoyará la petición del PP para que el Congreso investigue la gestión del Gobierno de la crisis del Covid-19. En su opinión, “no se puede usar el virus como arma arrojadiza”.
Este anuncio llega dos días antes de la vista que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, tiene ante el Tribunal Supremo, que decidirá sobre su inhabilitación. En el caso de que el juez confirme la condena, el Govern entraría en interinidad, lo que activaría la cuenta atrás para unas autonómicas catalanas, en las que la rivalidad entre JxCat y ERC está asegurada.
Presupuestos en el aire
El empeño de Torra en no convocar elecciones antes de su posible inhabilitación supone para Pedro Sánchez un balón de oxígeno, pues este retraso facilita que los partidos independentistas lleguen a plantearse el apoyo a los presupuestos.
Por un lado, los cuatro diputados de PDECat desmarcados de JxCat se han convertido en actores autónomos del juego, mientras que Esquerra ejerce de opción moderada dentro de los separatistas.
Aguantar
El pasado miércoles, Rufián pidió a Unidas Podemos que “aguanten” frente a Ciudadanos en la negociación de los presupuestos, para poder así participar en las conversaciones sin vetos de ningún tipo. “Si aguantan, aguantaremos”, aseguró el portavoz de ERC.
Por el momento, el Ejecutivo no llevará las cuentas estatales al Congreso el 30 de septiembre, fecha prevista en un inicio. Según avanzó la ministra de Economía, Nadia Calviño, lo dejarán para la primera quincena de octubre.
Acercamientos difíciles
En ERC tiene claro que cualquier acercamiento que puedan tener con Sánchez durante la campaña electoral será utilizada por JxCat como arma arrojadiza contra ellos. No obstante, sin comicios a la vista por el momento, el partido independentista puede jugar al entendimiento con gestos como el de hoy.
El próximo acercamiento tendrá lugar a finales de septiembre, fecha en la que está prevista la próxima reunión de la llamada mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, a la que tanto el Ejecutivo como el partido de Junqueras ya han confirmado su asistencia.