Miquel Sàmper acaba de desembarcar en el Departamento de Interior tras el cese de Miquel Buch y se muestra tajante. En caso de que el Tribunal Supremo inhabilite al presidente de la Generalitat, Quim Torra: “Los Mossos d’Esquadra tienen que obedecer a los jueces”.
En una entrevista en La Vanguardia, el nuevo jefe político de la policía catalana ha subrayado que los agentes tienen que supeditase a los magistrados. "Es una evidencia. Decir lo contrario es faltar a la verdad", ha subrayado. Sobre su aterrizaje en la conselleria, ha alabado el traspaso "elegante" de su predecesor, de quien ha dicho que ha dejado "la casa ordenada".
"Mejorar la gestión"
Tras el halago, el matiz. Cuestionado por el modelo de orden público, Sàmper ha indicado que, aunque faltan recursos para apostar por el modelo de distancia --y no de contacto--, faltan medios y policías para implementarlo, aunque ha asegurado: "Con lo que tenemos, se puede mejorar el modelo y la gestión".
Aunque sí ha hecho cambios en la consejería, cesando, entre otros, al número dos de Buch, Brauli Duart, Sàmper ha mantenido la estructura de mando de la policía. "Soy consciente de que vengo para seis meses. He validado la confianza a todos los cargos de los Mossos, Bombers, Protección Civil y ratificado a los directores generales. Si las cosas funcionan como hasta ahora, no tiene por qué haber cambios", ha apuntado.
Llamada de Torra
El titular de Interior cree que es la vertiente social de su profesión, abogado, la que ha hecho que Torra se decante por él para liderar el departamento, ya que, ha detallado, durante algunos años se dedicó "a la defensa de los colectivos más vulnerables".
Fue el president quien le preguntó por teléfono si quería aceptar el cargo. "Ni en el mejor de mis sueños lo hubiera imaginado. Siento una gran vocación de servicio al país. Intentaré hacerlo bien. No tengo temor a nada, y si me trituran, pues mala suerte", ha manifestado sobre la cartera, que Buch tildó de "trituradora política".