El núcleo duro de Colau cuesta 700.000 euros a los barceloneses

La dirección de alcaldía de Ada Colau, su núcleo duro, cuesta a las arcas públicas cerca de 700.000 euros brutos anuales. En total, son once cargos eventuales o de confianza, sin carrera como funcionarios en la administración pública y nombrados a dedo, según consta en el listado de personal eventual del portal web del consistorio de Barcelona. El gobierno municipal, a su vez, insiste en que todos los cargos eventuales de BComú están sujetos al código ético del partido.

A principios de agosto, tal y como avanzó Metrópoli Abierta, la guardia pretoriana de la primera edil de Barcelona sufrió un cambio significativo, y es que el hasta ahora director de alcaldía, Àlex Masllorens, abandonó su puesto por motivos de salud, y le susituyó la periodista Mar Jiménez. 

 Sueldo que roza los 90.000 euros

El salario de Jiménez, en el cargo desde finales del pasado mes, es de más de 87.000 euros --el mismo que el de su antecesor--. La nueva directora ya ejerció como asesora de Relaciones Internacionales de consistorio entre 2014 y 2015, y también formó parte del gabinete del exconseller de Cultura Ferran Mascarell en 2011.

No es el único fichaje de Colau con motivo del nuevo curso. La alcaldesa ha contratado --con fecha 31 de agosto-- a Sergi Santiago, para ejercer como asesor de la dirección de alcaldía, con una nómina de 56.714 euros. 

Ayuntamiento: "Se aplica el código ético"

Eso sí, ninguno de los nuevos nombramientos ha acaparado tanta atención como el de Ignacio Martínez Padilla, exdirector creativo del Ayuntamiento de Madrid durante el mandato de Manuela Carmena. Colau fichó al licenciado en Publicidad el 12 de mayo, aunque tres días antes le había adjudicado un contrato menor, sin concurso público, por más de 17.300 euros, para diseñar una campaña para potenciar la imagen de Barcelona durante la pandemia. 

Preguntado por la cuestión, un portavoz municipal ha precisado que a los altos cargos eventuales del Ayuntamiento de Barcelona y que proceden de BComú se les aplica el código ético de la confluencia de izquierdas. Con arreglo al mismo, "una parte del sueldo se dona a entidades sociales".