Aigües de Barcelona (Agbar) niega haber cometido "cualquier error" en la facturación del último recibo del agua en Barcelona y atribuye los elevados incrementos registrados en la última factura de algunos usuarios a la nueva tasa de residuos del Ayuntamiento de Barcelona.
En un comunicado, la compañía asegura haber aplicado "de forma estricta" el método fijado en el reglamento sobre el ciclo del agua, después de que el vicepresidente de Planificación Estratégica del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Jordi Martí, haya atribuido este martes la subida a un error de Aigües de Barcelona en la facturación a la hora de calcular la diferencia entre las lecturas estimadas hechas durante los meses de confinamiento y su coste real, que habría dado pie a saltos de tramo en los precios.
Reglamento
Durante el estado de alarma por el coronavirus, Aigües de Barcelona realizó lecturas estimadas de los contadores manuales dada la imposibilidad de hacerlo de forma presencial, algo de lo que la compañía "advirtió" a la AMB.
La entidad sostiene que siguió este método conforme al Reglamento de Servicio metropolitano del ciclo integral del agua: "Cualquier cambio o nuevo método que se quiera aplicar de forma generalizada necesitaría una modificación del reglamento, que deberá aprobar el propio regulador, que es quien tiene la competencia", en este caso la AMB.
Aigües de Barcelona asegura estar atendiendo "las especificidades individuales de todos aquellos que lo requieran".
Tasa municipal
Para Aigües de Barcelona, "el principal incremento de la factura es consecuencia de la inclusión de la nueva tasa de residuos del Ayuntamiento de Barcelona", algo que creen que "se hará evidente en las próximas facturas".
Según la compañía, en los casos en los cuales se han producido las "disfunciones entre lectura real y lectura estimada, las diferencias se sitúan entre los 50 céntimos y los 3 euros"
La AMB apunta a los saltos de tramo
Martí (AMB), sin embargo, ha desvinculado los elevados aumentos en las facturas de algunos usuarios de dicha tasa municipal, pues según él ésta oscila entre los 4,5 y los 8,5 euros, una cantidad que no justifica el elevado precio registrado algunas facturas, que han llegado a experimentar aumentos superiores a los 100 euros.
El concejal, asimismo, aseguró que la compañía había reconocido su error --algo que el comunicado desmiente-- y que devolvería las cantidades cobradas de más en el próximo recibo.
Según Martí, la clave del asunto es que durante "cuatro o cinco meses" las lecturas del agua se hicieron de forma estimada, haciendo el cálculo del consumo en función del mismo período en 2019. Pero al haber sido éste en general superior debido al encierro domiciliario, el consumo extra se ha añadido a las últimas facturas sin prorratear, produciéndose así un desajuste que ha llevado a dispararlas debido a un salto de tramo que no correspondía.
"Si a uno le imputan que en dos meses ha consumido mucho más, no sólo pagará más, sino que lo pagará al precio de otro tramo" más caro, ha explicado Martí. "Ese ha sido el error de Agbar: facturar más consumo a un precio más alto", ha añadido. El concejal ha explicado que el precio del agua aumenta de forma exponencial según los metros cúbicos que se consumen.