La discriminación de los castellanohablanes en Cataluña es una anomalía que denuncian de forma recurrente ciudadanos y entidades defensoras del bilingüismo. Esta circunstancia es especialmente destacable en las administraciones públicas, principalmente en la Generalitat, las diputaciones provinciales y las entidades locales.
Una de esas entidades, Hablamos Español, ha realizado una rigurosa recopilación de estos casos --también los que afectan a otras CCAA con más de una lengua oficial, como el País Vasco, Galicia, Comunidad Valenciana y Baleares-- y los ha presentado en un extenso informe fotográfico de más de 400 páginas. A continuación, se recogen las situaciones más relevantes de exclusión del castellano en Cataluña.
Administración educativa
La ausencia del español en la administración educativa catalana es casi total. Así se constata en los murales y tablones de anuncios de las escuelas, institutos y universidades públicas, en las que el catalán es --casi siempre-- la única lengua utilizada. Lo mismo ocurre en los rótulos informativos fijos --tanto de acceso a las clases, horarios y similares o en los de emergencias-- y en los carteles de avisos y actividades.
La documentación para padres y alumnos sigue el mismo criterio. El castellano se ignora de forma sistemática en cuestionarios, circulares, certificados, etc. El informe constata que incluso las pintadas en las paredes de los edificios educativos acostumbran a ser monolingües en catalán.
Sedes de las consejerías
Otro ámbito público en el que el español está casi desaparecido es el de las sedes de las consejerías de la Generalitat y sus oficinas dependientes. La cartelería fija y temporal se muestra exclusivamente en catalán.
También ocurre lo mismo con los documentos emitidos por los departamentos, que habitualmente utilizan solo el catalán.
Ámbito sanitario
Hospitales públicos y centros de atención primaria tampoco se libran de la discriminación lingüística que, de forma sistemática, sufren los castellanohablantes en Cataluña.
La ausencia del castellano no solo se produce en los rótulos, sino que también alcanza a la mayoría de los informes médicos y la tarjeta sanitaria.
Ayuntamientos y diputaciones
En los ayuntamientos y diputaciones catalanas casi toda la cartelería está rotulada exclusivamente en catalán, ya sean letreros fijos o pancartas correspondientes a todo tipo de campañas.
También los avisos, documentos, apps y placas de las calles olvidan el castellano.
Señalización viaria
Las señales de tráfico son otro de los campos en los que el castellano está proscrito en Cataluña.
Salvo en contadísimas excepciones, todas las rotulaciones municipales también están escritas únicamente en catalán.
Medio ambiente
El español suele estar desaparecido en todas las indicaciones medioambientales en Cataluña. Así ocurre normalmente en los contenedores de reciclaje de residuos.
Tampoco se acostumbra a ver una palabra en castellano en los folletos de recogida de cartones, en las señales de las zonas de bajas emisiones, en los carteles de campañas medioambientales o en las indicaciones de los espacios naturales.
Estado de alarma
Ni siquiera la declaración del estado de alarma a causa del coronavirus ha supuesto una tregua en la política lingüística discriminatoria respecto a los castellanohablantes que aplican las administraciones públicas en Cataluña.
La inmensa mayoría de la cartelería, folletos, avisos y rotulaciones por parte de la Generalitat y de los ayuntamientos para advertir de los riesgos del Covid-19 también se ofrecen únicamente en catalán.