La Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona se alinean con la Fiscalía y descartan acusar de delitos de asesinato a los tres únicos procesados por los atentados del 17A en Las Ramblas y Cambrils, a quienes piden penas de 44 y hasta 95 años de cárcel, respectivamente, por su papel en la célula terrorista. Una petición que no comparten las asociaciones de víctimas ni el consistorio de la localidad tarraconense, que reclaman para ellos prisión permanente revisable al considerarlos responsables de asesinato por las decenas de muertos y heridos que causaron con los ataques.
Ambas acusaciones particulares han presentado sus escritos de calificación ante la Audiencia Nacional, que el mes pasado abrió juicio contra dos de los presuntos miembros de la célula y un tercero que cooperó con ella, por los delitos de integración y de colaboración con organización terrorista, además de fabricación, tenencia y depósito de sustancias explosivas y estragos.
La Audiencia no ha procesado a ninguno de los tres investigados por las muertes y lesiones que provocaron los seis miembros de la célula fallecidos en sus ataques en las Ramblas de Barcelona y Cambrils (Tarragona), aunque dejó abierta la puerta a que lo plantearan las acusaciones.
De acuerdo con la tesis de la sala, compartida por la Fiscalía, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat han evitado acusar de asesinato a los tres procesados, a diferencia de las asociaciones de víctimas, como la AVT y 11M, o el Ayuntamiento de Cambrils, que piden para ellos prisión permanente revisable al considerarlos responsables de los muertos y heridos en los ataques.
Pertenencia a organización terrorista y explosivos
De esa forma, el Ayuntamiento y la Generalitat ciñen el papel de los procesados Mohamed Houli Chemlal --superviviente de la explosión en el chalé de Alcanar (Tarragona)-- y Driss Oukabir --a cuyo nombre se alquiló la furgoneta utilizada en Las Ramblas--, a su pertenencia a la célula terrorista y a la preparación de los artefactos para atentar.
No los vinculan a la masacre que Younes Abouyaaqoub causó con su atropello masivo en las Ramblas de Barcelona, que dejó 14 cadáveres y más de un centenar de heridos, ni al ataque con machetes que otros cinco miembros de la célula perpetraron en Cambrils, acciones que improvisaron en cuestión de horas tras fallar sus planes de atentar con explosivos debido a la accidental deflagración de Alcanar.
Al tercer procesado, Said Ben Iazza, que regentaba una carnicería en Vinaròs (Castellón), le acusan de colaboración con actividades de organización terrorista por haber prestado a la célula una furgoneta frigorífica en la que transportar el peróxido de hidrógeno que precisaban para fabricar los precursores de los explosivos, así como la documentación necesaria para adquirirlo.
La Generalitat pide 44 años...
En sus escritos, los servicios jurídicos de la Generalitat, en representación de los mossos heridos en los ataques, piden 44 años para Houli y Oukabir por los delitos de pertenencia a organización terrorista; tenencia, depósito y fabricación de sustancias o aparatos explosivos, conspiración para cometer estragos y lesiones por imprudencia grave.
En nombre de los bomberos heridos en la segunda explosión de Alcanar --que ocurrió ya el 17 de agosto, mismo día de los atentados, durante las labores de desescombro en el chalé que horas antes había saltado por los aires--, solicitan penas que suman 41 años de cárcel para los dos presuntos miembros de la célula terrorista.
... Y el Ayuntamiento, hasta 95
El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte, eleva las penas de esos dos procesados a 95 y 90 años de cárcel, respectivamente, al imputarles también las lesiones que causaron a 27 personas que resultaron heridas en la explosión de Alcanar y la posterior deflagración ocurrida durante el desescombro.
Para Ben Iazza, tanto la Generalitat como el Ayuntamiento solicitan una pena de ocho años de prisión, cinco de libertad vigilada y multas por un delito de colaboración con organización terrorista.
Además de las penas de prisión, la Generalitat solicita que los acusados indemnicen a los bomberos y a los mossos por "las lesiones físicas y psíquicas" y las secuelas sufridas, mientras que el Ayuntamiento de Barcelona pide ser resarcido por los daños materiales causados por los ataques en la ciudad, de acuerdo con la cantidad que se fije en sentencia.
Cambrils acusa de 15 delitos de asesinato
El Ayuntamiento de Cambrils, por su parte, acusa a Houli y Oukabir de 15 delitos de asesinato y otros 142 en grado de tentativa --además de organización terrorista, fabricación de explosivos y estragos--, por lo que les pide prisión permanente revisable y penas que superan los 2.000 años de cárcel.
También solicita que ambos procesados indemnicen con 20.091 euros al ayuntamiento por los desperfectos que causaron los cinco terroristas que atentaron en Cambrils.