Acoso y derribo contra una pizzería de Girona porque atiende, entre otras lenguas, en castellano. Independentistas están montando una campaña de asedio contra el restaurante Dolce Vita de Roses después de un incidente por el idioma en que habla una camarera de origen argentino.
Lo ha explicado el gerente del bufé a Crónica Global. "Ocurrió ayer [viernes] por la noche. Vinieron a cenar una pareja con su hijo. Les atendió una chica de nacionalidad italiana y origen argentino, que acaba de llegar a Roses. Pues bien, les cantó la carta en castellano. Ellos le exigieron que lo hiciera en catalán. Tuve que intervenir yo", ha aclarado el responsable del cenador.
"Se marcharon insultando"
La misma fuente ha subrayado que él mismo se ofreció a "cantarles la carta en catalán, porque la chica aún no domina esa lengua". Los clientes independentistas contestaron que no era suficiente, que la camarera que les había atendido "también debía conocer la lengua catalana y atenderles en ese idioma".
El gerente no dudó. "Llevamos 20 años en Roses. Atendemos en todos los idiomas. Pero se pasaron de la raya. Así que les invitamos a irse. Sí, les dijimos que nos acogíamos a nuestro derecho a no servirles. Estábamos a tope de trabajo, la chica se había ido llorando al baño y estaban provocando un incidente", ha lamentado. La familia secesionista se marchó, "malhumorada e insultando, generando tensión ante otra gente del pueblo que también estaba cenando".
Amenazas en las redes sociales
Desde Dolce Vita desean "pasar página al incidente, ya que no lleva a nada, y menos en momentos tan complicados como este, en plena crisis". Pero el independentismo no ha perdonado el suceso. El perfil anónimo @1quevolserlliure ha relatado la experiencia desde su punto de vista, asegurando que "les insultaron" por pedir que les atendieran en catalán. Su versión la han compartido hasta ahora más de 1.700 tuiteros.
Parte de esa viralización la ha provocado el líder de los Mossos d'Esquadra independentistas, Albert Donaire, que ha difundido la historia. Ello ha dado pie para que otros radicales emplacen a la pizzería a "hablar con sus trabajadores". Otros, incluso, han planteado "hacer una visita al establecimiento", en un tono claramente amenazador.