La alcaldesa de Figueres y miembra de ERC, Agnès Lladó, ha denunciado un supuesto trato de favor a la ciudad de Barcelona sobre la comunicación de los datos epidemiológicos en comparación con otros municipios catalanes que sufren una especial afectación del coronavirus, como sucede en el suyo.
Lladó ha usado las redes sociales para manifestar su opinión al respecto, donde ha insistido en que las medidas que se aplican en la capital catalana y en la altoampurdanesa son "las mismas", pero que en un caso se destacan las mejoras y, en el otro, los aspectos negativos, aunque apenas haya diferencias.
Exige igualdad en el trato de los datos
La Generalitat comunicó este domingo las "nuevas medidas para contener el brote en Figueres", que son las que ya existían desde que se impusieron restricciones el 20 de julio por el aumento de casos. Una situación muy similar a la de la capital catalana. De hecho, ambos municipios también coinciden en que, por decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ahora pueden abrir teatros, cines y gimnasios.
Sin embargo, Agnès Lladó se pregunta: "¿por qué cuando se habla de Barcelona se relajan las medidas y, en el caso de Figueres, son nuevas?". La alcaldesa de Figueres ha insistido en que se han relajado los protocolos aplicados desde el 20 de julio, después de que se haya pasado de un índice de contagio del 1,65 la semana del 17 al 23 de julio a 1,22 del 24 al 30 de ese mismo mes.
El porcentaje de PCR positivas también se ha reducido entre un periodo y otro, de 21,56 a 15,19, y los casos confirmados por este medio han descendido de 141 a 101.