El Govern de Torra quiere adjudicarse 30.000 millones del fondo europeo

Ahora sí, ahora con el fondo de reconstrucción de la Unión Europea, en el que ha participado el Gobierno español, la Generalitat de Cataluña puede elaborar sus planes, y pedir recursos al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Aunque los trabajos internos se iniciaron hace algunas semanas, el Govern que preside Quim Torra ha presentado un plan de 31.765 millones el mismo día en el que se ha llegado al acuerdo en el seno de la UE para movilizar hasta 750.000 millones de euros, entre subvenciones directas y créditos y avales. Y de esa partida, “Cataluña aspira a unos 30.000 millones, porque es lo que se necesita, como economía tractora en el conjunto de España”, ha señalado el vicepresidente de la Generalitat y consejo de Economía, Pere Aragonès. Y todo ello en un horizonte hasta 2032, para lograr un modelo productivo "mejor y sostenible".

Se trata de un plan que cuenta con 145 actuaciones, que se han agrupado en 20 proyectos y con una inversión prevista, solo en lo que queda de año, de 2.760 millones. El presidente Torra y el vicepresidente Aragonès han presentado el plan con el objetivo de lograr recursos gracias a esos fondos europeos y del llamado fondo Covid, que aprobó el Gobierno español para las comunidades autónomas.

"Soberanía alimentaria"

Para empezar, el Ejecutivo catalán se compromete a rehacer el presupuesto, que se aprobó durante la pandemia del Covid, pero que no recogió las nuevas necesidades económicas y sociales. Toda esa “reorganización” posibilitará unos 2.800 millones. Junto con los fondos Covid, y lo que llegue de la Unión Europea, previa negociación con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, se reclamará un mayor margen de déficit, “por lo menos del 1%”, según Aragonès, para poder recurrir a la deuda. “Tenemos derecho a esa cantidad de 30.000 millones”, ha señalado Torra, en relación a esa petición.

En el plan se recogen medidas para la sanidad, la “economía de la vida”, para la trasformación digital, especialmente en el ámbito educativo, y para la bioeconomía, para asegurar la “soberanía alimentaria”, en palabras de Aragonès.