Los nueve presos del procés ya se encuentran en sus casas. Pese a que el tercer grado a los líderes independentistas ha coincidido con el preocupante repunte de los contagios en Cataluña, su salida de la cárcel ha sido celebrada por todo lo alto por sus partidarios.
Sin distancia de seguridad, amontonados y con efusivas muestras de cariño, sus familiares y conocidos han recibido a los políticos presos sin aparente preocupación por los rebrotes de Covid. El endurecimiento de las medidas de aislamiento ordenado por el Govern en Barcelona y otros municipios del área metropolitana no ha modificado un ápice las calurosas acogidas de los políticos encarcelados por sedición y malversación.
El paseo triunfal de Junqueras
El exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha regresado a Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), localidad donde fue alcalde durante cuatro años, para pasar su primer fin de semana fuera de la cárcel con su familia.
El líder de ERC ha sido tratado como un héroe por parte de sus vecinos, que han aplaudido y vitoreado la vuelta de Junqueras al pueblo. A lo largo de una caminata por las calles del municipio, los congregados han escoltado al político sin respetar la distancia de seguridad entre personas.
Una multitud recibe a Cuixart
Tampoco Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, se ha caracterizado por un retorno discreto a la vida fuera del centro penitenciario. De hecho, Cuixart ha congregado a sus fieles frente a la sede de la organización en Barcelona, donde ha dado un discurso ante la multitud y se ha abrazado con Marcel Mauri, el vicepresidente de la entidad que ha fungido como portavoz durante su estada en la cárcel.
Más comedido se ha mostrado Jordi Sànchez, expresidente de la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC), que no se ha dejado ver en actos multitudinarios a su salida de la prisión. Tampoco el exconsejero de Interior, Joaquim Forn, se ha visto tentado por estas muestras públicas de afecto.
Rull, Turull y Romeva, agasajados
La prevención ha brillado por su ausencia en el recibimiento de los exconsejeros Josep Rull, Jordi Turull y Raül Romeva. Los tres han sido agasajados con una recepción populosa en la que no ha faltado incluso la presencia de autoridades públicas.
Un millar de personas esperaban a Rull en Terrassa (Barcelona), localidad natal del exconseller de Territorio. Entre cánticos y firmas de libro, los catalanes partidarios del procés han querido saludar al político en su regreso a la ciudad. También Jordi Turull ha congregado a decenas de personas en su vuelta a Parets del Vallès (Barcelona) --la portavoz del Govern, Meritxell Budó, también se ha dejado ver en el acto--, mientras que Raül Romeva ha contado con el apoyo de sus correligionarios a su llegada a Sant Cugat del Vallès (Barcelona), incluida la alcaldesa Mireia Ingla. Cero garantías anticontagios.
Abrazos para Bassa... y Forcadell en la playa
Dolors Bassa también se ha dejado querer por los suyos como si el coronavirus no importase. En su visita a Torroella de Montgrí (Girona) tras la concesión de la semilibertad, ha deambulado por las calles acompañada de su hermana, diputada en el Congreso, fotografiándose con espontáneos que han abrazado a la exconsejera.
En cambio, Carme Forcadell se ha resistido a los baños de masas y ha optado por otro tipo de baño... en la playa. La expresidenta del Parlament que avaló las votaciones ilegales en octubre de 2017 ha subido una imagen veraniega a su cuenta de Instagram con el simple texto "Primera foto".