Los nueve políticos presos por el 1-O han salido de la cárcel este viernes por primera vez en su régimen de tercer grado y regresarán a las celdas el próximo lunes. Este es el primer fin de semana que los líderes independentistas condenados por sedición pasarán en casa, una vez que las diferentes juntas de tratamiento dieran luz verde a la semilibertad.

La primera en salir de prisión ha sido la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, que ha abandonado la prisión barcelonesa de Wad-Ras antes de las siete de la mañana, y se ha subido a un coche sin hacer declaraciones, aunque ha publicado en Instagram una fotografía de la playa. A continuación, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; el líder de ERC, Oriol Junqueras; y los exconsellers Raül Romeva y Jordi Turull han abandonado la cárcel de Lledoners.

Bassa, la última en salir

Más tarde han abandonado esta misma cárcel los exconsellers Josep Rull y Joaquim Forn, y el expresidente de la ANC y exdiputado Jordi Sànchez. La última en salir, de la prisión de Puig de les Basses, en Figueres (Girona), ha sido la exconsellera Dolors Bassa, para quien la UGT pide el indulto con el apoyo de los cuatro alcaldes de las capitales de provincia catalanas, entre otros.

 

 

Los políticos condenados por el 1-O salen de la cárcel para pasar el fin de semana en casa / EUROPA PRESS

A su salida, Jordi Turull ha comentado que tiene la necesidad “de darle gracias a la gente” y ha dicho que aprovechará para celebrar su “aniversario de boda”. El exconseller también ha dicho que, a pesar de tener el tercer grado, es una “injusticia” la sentencia de 12 años. “Fue una sentencia de escarmiento y venganza, y no de justicia”, ha zanjado.

Pendientes de la fiscalía

Por su parte, Romeva ha indicado que está “emocionalmente contento” aunque tiene una “sensación extraña, porque [...] es una falsa libertad”. “No [hay que] perder de vista que estamos en una situación absolutamente injusta e injustificable”, ha añadido. Mientras, Cuixart ha declarado que lo único que quiere es “salir de la represión de una vez por todas”.

Todos los presos deberán regresar a prisión el próximo lunes, donde deberán dormir de lunes a jueves para pasar entre ocho y once horas en la cárcel. Durante las horas que pasen en libertad, podrán continuar con los trabajos y voluntariados que han hecho hasta ahora, El régimen que ahora disfrutan podría verse frenado ya que la fiscalía puede presentar un recurso ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y ante el Tribunal Supremo.