La presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa, ha defendido el proyecto de instalar una franquicia del Museo Hermitage en la nueva bocana del recinto portuario y ha pedido al Ayuntamiento de Barcelona liderado por Ada Colau que atienda las alegaciones que ha presentado a favor de la iniciativa.
Conesa considera que, a pesar del rechazo municipal, el proyecto "no está roto", y ha advertido de que la competencia para aprobar la concesión dentro del recinto portuario es del puerto. Asimismo, ha recordado que existe un planeamiento que fue aprobado por el consistorio que permitía y aprobaba este uso cultural.
Turismo de calidad e inversión privada
"Defenderemos un proyecto privado cultural que, además, pueda ayudar a traer inversión a la ciudad", ha insistido Conesa, destacando el turismo de calidad que puede generar dicho proyecto y el hecho de que no costaría un euro público porque estaría financiado de forma 100% privada. "Esta iniciativa puede generar puestos de trabajo en la ciudad", abundó.
Según Conesa, el puerto "jugará todas las cartas que tiene a su alcance" para convencer y explicar que su plan de albergar el museo Hermitage es "ilusionante".
Conesa no se explica que digan que la nueva bocana no es un lugar indicado para ese tipo de instalación cultural, cuando ya se había aprobado incluso urbanísticamente dicha ubicación.
Conflicto institucional
La presidenta del Puerto, que cuenta con el respaldo de la Asociación de Vecinos de la Barceloneta y de numerosas entidades del barrio, dejó entrever que si el Ayuntamiento mantiene su negativa a firmar el convenio se podría producir un conflicto institucional entre Puerto y Ayuntamiento.
Según algunos medios, el veto del Ayuntamiento a este proyecto cultural ha llamado la atención de un fondo de inversión de origen chino interesado en el solar para construir un centro comercial tipo outlet. Paradójicamente, el uso comercial no necesitaría ningún convenio y se podría iniciar la obra sin problemas.