Han pasado diez años desde la sentencia del Estatut por parte de Tribunal Constitucional. Fue el 28 de junio de 2010. Pocos días después se produjo, el 10 de julio, la gran manifestación en Barcelona, en defensa del Estatut, que sería el pistoletazo de salida de la vía independentista, que tendría su gran episodio en la Diada de 2012. Uno de los gurús de la reforma del Estatut, el principal, fue Carles Viver Pi-Sunyer, exvicepresidente del TC, que señala ahora que la sentencia del Estatut “confirmó que Catañuña no tenía otra vía que la independencia”.
El jurista, que dirigió los trabajos de la reforma del Estatut desde el Instituto de Estudios Autonómicos, considera que se hizo el esfuerzo de contar con el PP, pero que no se pensó en ningún momento en la oposición tan clara del PP, pero también de sectores del PSOE, que dejaron en la estacada el Estatut, pese a haberlo aprobado en el Congreso de los Diputados. Lo asegura en una entrevista en Naciódigital, en la que insiste que, en aquel momento, se entendió que no quedaba otra vía que la independencia.
Probar la reforma del Estatut
En la manifestación, en la que participó el expresidente de la Generalitat, José Montilla, que fue abucheado, se expresó el gran malestar de una gran parte de la sociedad catalana por la sentencia del Estatut, que, aunque sólo invalidó algunos artículos del texto jurídico, se interiorizó como un golpe letal contra el autogobierno, porque ya se había votado en referéndum por la sociedad catalana.
Para Viver Pi-Sunyer el propio proceso de elaboración del Estatut constató que “para una parte muy importante de la ciudadanía el nivel del autogobierno de Cataluña, en términos de poder político, es decir de competencias, de financiación y de reconocimiento nacional, con todas sus derivadas, era extraordinariamente estrecho”. Y que la Constitución y el Estatut, interpretados y aplicados como lo hacía el TC, “no permitían lograr las aspiraciones de una amplia mayoría de los ciudadanos”. Según el jurista, esas dos cuestiones que, a su juicio, se manifestaron, “ya valieron la pena para probar la vía de la reforma estatutaria”.
¿Quiénes son los soberanistas?
Sin embargo, esa sentencia y la manifestación posterior, dieron paso a unas elecciones, en noviembre de 2010, en las que obtuvo la victoria CiU, con Artur Mas como presidente de la Generalitat. Y Mas pactó dos presupuestos con el PP, antes de la Diada de 2012, con la necesidad de recortar el presupuesto público ante la irrupción de la crisis económica. En ese momento, y a pesar de lamentarlo, la reforma del Estatut había dado paso a la urgencia por la gestión de la crisis.
Viver Pi-Sunyer cree que, pese a todo, que el 50% de los catalanes sigan pensando en la independencia como opción es un “éxito” del procés, y precisa que un 70% es soberanista. El jurista precisa ese término, que para él es todo aquel que “es partidario de una consulta, en la que la independencia es una opción, aunque no la defienda”. Y en eso se basan partidos como Esquerra Republicana, para mantener su apuesta por un referéndum de autodeterminación.