Un partido en busca de un candidato que, irremediablemente, debe contar con el visto bueno de Waterloo. Jordi Puigneró, actual consejero de Políticas Digitales de la Generalitat, aspira a presidenciable por Junts per Catalunya (JxCat) e incluso maniobra para que Fundació.cat avale sus méritos como padre de la república digital catalana. Siempre y cuando no se entrometa en su camino el último delfin de Carles Puigdemont, el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell.
El intento de Puigneró, y en general del Gobierno de Quim Torra, de convertir la Fundació.cat en su feudo ha generado malestar en esta entidad, que gestiona más de 100.000 webs en territorios donde se habla en catalán y que siempre ha intentado evitar que su transversalidad quede comprometida. Tal como publicó Crónica Global, la candidatura del presidente de Fundació.cat, Carles Salvadó, a las elecciones de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha provocado inquietud entre sus miembros.
Entre los patronos figuran universidades catalanas, el FC Barcelona, TV3 y el Institut d'Estudis Catalans. Entidades potentes que son objeto de deseo del independentismo neoconvergente.
Llueve sobre mojado. La decisión de la Generalitat de hacer suyo el dominio .cat a modo de estructura de Estado fue especialmente polémica. Se trata de una iniciativa impulsada por Manel Sanromà y Francesc Giralt, hombres del entorno convergente que, según explican fuentes soberanistas, gobiernan Fundació.cat en la sombra. Ese control no ha gustado nada a los gobiernos valenciano y balear, donde también se ha extendido el dominio.cat. De esas tensiones se han hecho eco incluso algunos medios favorables al pancatalanismo.
“Puigneró se apropió de la foto del dominio .cat. Y no es gratuito que Carles Salvadó trabaje en la Consejería de Políticas Digitales”, explican fuentes conocedoras de las tensiones creadas por ese tándem. En efecto, Salvadó, presidente de la Fundació.cat en representación de ISOC-CAT, es jefe del Servicio de Telecomunicaciones del citado departamento. Tampoco gustó nada que Puigneró aprovechara la visita, pagada por la fundación, de Vinton Cerf, considerado el padre de internet, "para hacerse la foto".
El libro de Puigneró
Ni siquiera el libro que acaba de publicar Puigneró es ajeno a esas maniobras para encumbrarse como presidenciable, potenciando esa pátina de gestor de la república digital catalana. Y es que en El cinquè poder. La república digital a les teves mans --inspirado en la experiencia digital de Estonia--, el papel del director de la Fundació.cat, Francesc Giralt --bien conectado en el mundo convergente y con interlocución con Quim Torra y Carles Puigdemont-- ha sido determinante. No en vano, Giralt incluye en sus conexiones internacionales al expresidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves, autor del prólogo del libro de Puigneró.
Giralt, catedrático emérito de la Universitat Rovira i Virgili, saltó a la dirección de la Fundació.cat de la mano del expresidente de esta entidad, Manel Sanromà, militante convergente y mano derecha de Xavier Trias y Antoni Vives en el Ayuntamiento de Barcelona cuando CiU ostentaba la alcaldía y Sanromà era el responsable municipal de informática.
Otro valedor de Giralt es el sucesor de Sanromà al frente de la entidad, Carles Salvadó, excandidato de Primàries en L'Hospitalet de Llobregat y ahora aspirante a entrar en el secretariado permanente de la ANC.
Salpicado por el 'caso Palau'
Sin embargo, Puigneró no tiene garantizada la candidatura a la presidencia de la Generalitat. Aunque hoy por hoy está considerado como el guardián de las esencias puigdemontistas, el consejero catalán se ha visto salpicado por la condena firme del caso Palau, que hace referencia al pago de comisiones irregulares por la construcción de un pabellón municipal en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) cuando era concejal de este municipio (2005-2015). Ciudadanos ha pedido su comparecencia parlamentaria para que dé explicaciones al respecto. Pero es que, además, en el sector de las telecomunicaciones se han disparado los rumores respecto a la titulación universitaria que acredita Puigneró.
Todo ello, unido al conocido talante imprevisible de Puigdemont, compromete las aspiraciones políticas de Puigneró. Fuentes soberanistas aseguran que, desde hace algunas semanas, se ha incorporado a la carrera electoral en Junts per Catalunya Joan Canadell, empresario y presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, visto con buenos ojos desde Waterloo.
Más mediático que el consejero, Canadell cuenta además con el apoyo de la ANC y, desde hace un año, con el respaldo de la corporación empresarial.