La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha admitido que este año se vivirá una verbena de Sant Joan diferente a lo habitual. Sin saber cómo evolucionará la desescalada en Cataluña, Budó ha concienciado sobre que "debemos asimilar que, seguramente, no podremos hacer muchas de las cosas a las que estamos acostumbrados".
La también consellera de Presidencia ha dicho que es una realidad que se debe asumir, dado que las playas muy probablemente seguirán cerradas y las aglomeraciones de personas no se podrán dar como hasta ahora por el riesgo a un nuevo rebrote del coronavirus.
Barcelona, ciudad sin hogueras
Tal y como ha adelantado Betevé, Barcelona no contempla la tradicional quema de hogueras para Sant Joan. Las asociaciones descartan que puedan reunirse como habitualmente hacen y, muy pocas, prevén solicitar los permisos a última hora mientras observan la evolución del coronavirus en Cataluña.
El mismo mensaje ha tratado de transmitir Budó al ser preguntada por el tema, dado que las circunstancias actuales lo hacen imposible y adivinar cómo avanzará la desescalada es bastante complicado. Por ello, ha asegurado que "debemos asumir que, seguramente, será un Sant Joan diferente" en el que no podremos hacer todo lo que nos gustaría.
No se contemplan grandes fiestas
La Generalitat ya había informado de que no se permitirían las grandes celebraciones ni las fiestas en la playa al igual que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien ha remarcado que habrá que evitar las aglomeraciones y respetar las distancias, y no podrá ser una celebración como la de los otros años.
Lo ha dicho tras pedir "responsabilidad y prudencia" a los ciudadanos ante el incremento de quejas a la Guardia Urbana por molestias en domicilios a causa de fiestas. Colau también ha analizado la situación de los vecinos con la discoteca Opium, a la que acusan de saltarse las normas y poner en riesgo a los ciudadanos.