El independentismo radical, o al menos parte de él, continúa teniendo en mente el diseño de un futuro ejército catalán. Ese es el caso de la denominada Societat d'Estudis Militars (SEM), nombre actual de un grupo escindido de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) que en 2014, cuando formaba parte de su sectorial de Defensa, publicó un documento que planteaba el diseño de las hipotéticas Fuerzas Armadas de una Cataluña independiente.
Esa idea sigue vigente, seis años después, entre los impulsores del SEM, y prueba de ello es que han organizado una escuela de verano para sus asociados, "y abierta a todo el mundo" para "recopilar, repasar y profundizar los conocimientos en política de Defensa" y debatir sobre las mismas.
Clases y conferencias militaristas
Según explican en su página web, esta escuela de verano, en su primera edición, tendrá lugar el fin de semana del 14 al 16 de agosto "en un lugar de la zona del Montseny todavía por confirmar".
El evento tiene un precio de 70 euros para los socios del SEM y de 120 para el resto de asistentes.
El programa de esta organización independentista contempla clases y conferencias con temas como los siguientes: el Ejército de Cataluña 1936-37; teoría de la guerra; escenarios geopolíticos de presente y futuro; "viejas y nuevas amenazas al concepto de seguridad nacional", propuestas geoestratégicas y doctrinales para una Cataluña independiente; propuestas de dimensionamiento de la Fuerza Naval, Fuerza Aérea y Terrestre; servicios de inteligencia "y el dominio ciber"; aspectos socioculturales de la creación de unas fuerzas de defensa en un nuevo Estado; y un taller de wargaming.
Las ensoñaciones de Mas y Puigdemont
El flirteo con el militarismo no es algo nuevo en el nacionalismo catalán, y de forma puntual ha emergido de forma pública incluso entre sus dirigentes, incluidos los expresidentes de la Generalitat convergentes Artur Mas y Carles Puigdemont. El primero se mostró en el pasado partidario de plantear algún tipo de diseño de Fuerzas Armadas catalanas; y lo mismo ocurre en el caso del segundo, que poco antes del referéndum ilegal secesionisya del 1-O de 2017 llegó a decir lo siguiente: “La política de Defensa es absolutamente indispensable. Hace falta un esfuerzo en inteligencia militar y recursos para afrontar los ataques de las guerras modernas (…) No tengamos complejos: Cataluña ha de poder tener una política de Defensa homologable a la que hacen las naciones aliadas”.