La convivencia en muchos municipios entre el PDeCAT y los cargos electos bajo la marca JxCAT es cada vez más difícil. El espacio postconvergente está roto y el movimiento interno es constante. Uno de ellos se ha producido en La Garriga, que tuvo a la actual consejera de Presidencia, Meritxell Budó, como alcaldesa. Su sucesor en el cargo, el exalcade Jordi Pubill y tres concejales más del grupo municipal han abandonado el PDeCAT por “diferencias insalvables”.
Los cuatro cargos, electos bajo las siglas de JxCAT, se han alejado por completo de las directrices del PDeCAT en la localidad. Ahora pasarán a formar parte del grupo de concejales no adscritos. Junto a Pubill, dejan el partido y el grupo municipal Xavier Bernaldo, Juan Esteban y Juliet Grau. Con esa desbandada, el grupo de JxCAT se queda con solo dos miembros.
Un nuevo partido al margen de JxCAT
Esas salidas de los grupos municipales son significativas, porque quien tiene registrada la marca de JxCAT es el PDeCAT. Es decir, si quieren formar otras formaciones políticas no podrán llevar el nombre de Junts per Catalunya. Pubill, que sustituyó a Budó en la alcaldía, cuando ésta pasó a la Generalitat, ha señalado que a principios de este año “por discrepancias graves” con la ejecutiva del PDeCAT ese grupo de concejales decidió darse de baja de la militancia del partido.
El PDeCAT ha tomado cartas en el asunto y ha aceptado la solicitud de renuncia. Ahora Pubill y los otros tres concejales pasarán a ser concejales no adscritos.
Aunque la marca sigue siendo importante en las contiendas electorales, este grupo de concejales entiende que podrán mantener su ascendente en La Garriga con una formación política nueva. “Un proyecto inclusivo capaz de ser un movimiento transversal de verdad, que sume y que nos permita hacer lo que nos gusta hacer: trabajar juntos para nuestro amado pueblo y su gente”. Con el PDeCAT, añade Pubill, era “imposible, desgraciadamente, mantener la esencia de lo que pretendía ser JxLaGarriga”.