Un verano muy complicado para el turismo, que sólo se podrá salvar, en parte, si se logran visitas del resto de España. Los responsables de Turismo de la Generalitat lo tienen claro ahora, y apelan a los “vínculos emocionales” con el resto de ciudadanos españoles.
La apuesta llega después de la bronca constante con el Gobierno central que preside Pedro Sánchez, y con declaraciones del propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, en las que ha defendido que con un estado independiente Cataluña hubiera gestionado de otra forma la crisis por el Covid-19, seguramente con menos muertos.
Mercado nacional
Pese a todo, la apuesta por el turismo del resto de España es clara. La idea ya la había dibujado la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, con una llamada al “turismo nacional”. Y se corroboró en una reunión de carácter económico este pasado martes, de forma telemática, por parte del director de la Agencia Catalana de Turismo, David Font. Según este responsable, “ahora toca hacer promoción en el mercado doméstico. Es una estrategia compartida con las diputaciones y con los entes territoriales, con los que realizaremos la campaña”.
Y es que la situación es de una enorme gravedad. Budó señaló que el Govern “acompañará a aquellas empresas que lo están pasando mal en el sector del turismo”.
Desplazamientos en coche
En la reunión de la Agencia Catalana de Turismo, la directora de mercados internacionales, Maria Pons, señaló que el público de España “es el primero que es necesario abordar”, y que esa primera acción promocional tendrá una especial incidencia en los “vínculos emocionales”.
Dadas las dificultades de movilidad, y al hecho de que mercados como el alemán o el francés no mantendrán el ritmo de otros años, la Generalitat se volcará en el mercado “nacional”. Más de la mitad de los visitantes a Cataluña proceden del resto de España, y, con la crisis del Covid, la mayoría de los desplazamientos se realizarán en coche, por lo que van a mimar la atracción de turistas de otras comunidades autónomas.