El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha justificado la petición de una nueva prórroga del estado de alarma, al entender que ello ha permitido la “superación” de la pandemia. Ante el riesgo de que el Congreso pudiera rechazar su propuesta –aunque ya tiene los votos necesarios con el acuerdo con Ciudadanos y el PNV—Sánchez ha insistido en que ve un “error absoluto” levantar ahora el estado de alarma.
Sánchez ha admitido, con otro tono que en las anteriores ocasiones en las que ha pedido la prórroga del estado de alarma, --más calmado, admitiendo los “fallos y retrasos” en la gestión de la crisis sanitaria y económica—que el estado de alarma supone restricciones sobre dos derechos: el de circulación y el de reunión. Sin embargo, por encima de ellos, ha señalado en el Congreso, está el derecho a la salud pública y el derecho a la vida.
"No es un ardid para limitar libertades"
“Renunciemos a los maximalismos y trabajemos con lealtad”, ha pedido Sánchez, con la voluntad de establecer acuerdos en la comisión parlamentaria que se ha constituido. Con el PNV y Ciudadanos, que han negociado con el Gobierno en las últimas horas, en la línea de llevar al Ejecutivo a una mayor coordinación, Sánchez ha reaccionado con un cambio en su propio discurso: “Necesitamos unas semanas más con el estado de alarma, y sabemos que se pueden cometer errores”. Y ha anunciado que se declarará "luto nacional" cuando se entre en la fase 1, dentro del proceso de desescalada.
Pero ha reiterado su expresión: “Puede haber errores, pero hay errores absolutos, y levantar el estado de alarma sería un error absoluto. Se trata de un instrumento de la Constitución, no es un ardid para limitar las libertades, ni para recentralizar nada. No hay ni una sola libertad coartada, sólo esos dos derechos, el de circulación y el de reunión, y por unas semanas. Sólo se desea garantizar proteger la salud pública y salvar vidas: extremeñas y catalanas, de izquierdas y de derechas”.
Contra el "sálvese quien pueda"
Sánchez ha sido categórico: “O se impone la unidad o el sálvese quien pueda”.
El mensaje buscaba un interlocutor: el líder del PP, Pablo Casado. El presidente del Gobierno ha admitido “errores” y ha defendido que haya críticas, “pero hasta ciertos límites”, ha añadido.
La abstención del PP
El líder del PP, Pablo Casado, ha aceptado el guante lanzado por Sánchez, y después de una dura crítica al presidente del Gobierno, por preferir una vía "absolutista", ha anunciado que se abstendrá. La decisión de no votar en contra de la nueva prórroga del estado de alarma la ha justificado Casado en la diferencia que ha establecido el Ejecutivo: el estado de arlama se desvincula de la prórroga de los ERTE y de otras medidas ecómicas y sociales.
Esa petición se la había formulado Ciudadanos y el PNV, que ha pedido también una mayor coordinación con las autonomías. Con ello, el PP se abstendrá, y no quedará junto a Vox, Junts per Catalunya, ERC y la CUP, que votarán en contra.