Donald Trump protagoniza una nueva ocurrencia respecto a cómo hacer frente a la pandemia del coronavirus, esta vez desde el punto de vista médico. El presidente de los Estados Unidos lanzó al aire dos ideas para acabar con el virus: la posibilidad de inyectar desinfectante en los pacientes de Covid-19 y/o aplicar fuertes dosis de luz y calor al cuerpo.
Las propuestas de Trump fueron lanzadas en la última de las ruedas de prensa diarias ofrecidas desde la Casa Blanca. En ella, el líder estadounidense se refirió a los resultados de ciertos estudios que revelan que las altas temperaturas podrían reducir la propagación del virus, así como el uso de los productos que eliminan el patógeno de ciertas superficies.
Una "limpieza" corporal con desinfectante
Trump considera "interesante" la idea de utilizar productos de limpieza para atacar al virus SARS-CoV-2 instalado en los pacientes. "Veo que el destinfectante mata [el coronavirus] en un minuto", especificó antes de agregar: "Igual hay una manera de hacer algo así inyectándolo dentro, como una limpieza".
En el transcurso de sus declaraciones a la prensa, dejó claro que estos métodos tendrían que ser desarrollados por los médicos, aunque dió a entender que la idea salió de su razonamiento. "No soy médico, pero sí alguien que tiene un buen…", destacó a la vez que se señalaba la cabeza.
Luz ultravioleta contra el coronavirus
La segunda opción de Trump como solución a la pandemia sería investigar "si hay alguna manera de aplicar luz y calor para curar". Con el respaldo de las investigaciones que apuntan la menor virulencia de la enfermedad con el calor, el presidente de EEUU defendió que si "golpeamos el cuerpo con una luz tremenda, ultravioleta o simplemente muy potente" se podría acabar con el patógeno que la genera.
Pocos minutos después de la rueda de prensa, el director de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos, Stephen Hahn, apareció en la cadena de televisión CNN para subsanar --en la medida de lo posible-- las palabras de Trump. Llamó a la población a "no ingerir desinfectante", hecho que podría llevar a la muerte a quien se le ocurriera hacerlo, y defendió como pudo al presidente: "Son las preguntas que cualquier médico esperaría de un paciente".