“¡Qué ganas tenía de volver!”. De esta forma, Àlex Pastor (Badalona, 1979) se reincorporaba el pasado día 17 de febrero a su puesto de alcalde de Badalona (Barcelona) después de un mes alejado del cargo por motivos de salud. Alegó estrés y arritmias cardíacas, pero no evitó que, de nuevo, se dispararan los rumores sobre su capacidad para seguir al frente del cuarto municipio de Cataluña por población.
Pastor ya tuvo esos problemas de salud en el verano de 2018, cuando asumió el cargo de primer edil tras una moción de censura contra su predecesora, Dolors Sabater, y gracias al apoyo de PP y Ciudadanos.
Tras las elecciones municipales de 2019, Pastor volvió a tomar la vara de alcalde en un pleno de infarto, pues hasta minutos antes de la sesión, no estaban confirmados sus apoyos. Había quedado tercero en los comicios, pero el apoyo de Guanyem Badalona, Badalona en Comú y Junts per Catalunya impidieron que Xavier García Albiol volviera a gobernar Badalona.
Entrevista a Álex Pastor / CG
Su gestión desde entonces ha sido mirada con lupa por los populares, ganadores de las elecciones. Pastor reconoció que el pasado 22 de enero, día en que el temporal Gloria destrozó el Pont del Petroli, había estado en el gimnasio desde primera hora de la mañana. El PP llegó a pedir una comisión para que el PSC "explique y demuestre los motivos reales de la ausencia del alcalde", debido a las diferentes versiones dadas sobre su enfermedad.
En una entrevista con Crónica Global, Pastor explicaba su objetivo de gobernar la ciudad desde la concordia, a diferencia de anteriores mandatos que, a su juicio, se habían caracterizado por la confrontación. “No queremos divisiones. Representamos a todos, piensen lo que piensen. Por tanto, no percibimos tensión. De hecho, cuando entramos en el gobierno, esa tensión bajó. Tenemos un espacio público para la convivencia de todos, desde la pluralidad y la diversidad ideológica".
Dos plenos de reprobación
Sin embargo, el socialista ha sido objeto de dos plenos de reprobación, uno que prosperó por permitir que se entrase en los despachos de ERC y Junts, y se retiraran símbolos independentistas que colgaban de sus ventanas tal como ordenó la Junta Electoral, y otro por jactarse de haber impedido que la Generalitat instalara un centro de menores extranjeros no acompañados (MENA) en el barrio de Remei de Badalona. En este caso, la reprobación no prosperó gracias a los votos en contra de PP, PSC y Badalona en Comú Podem.