El Gobierno de Pedro Sánchez deberá pensar en otras alianzas, y, de hecho, así lo ha ido constatando en los últimos días con la puesta en marcha de una comisión parlamentaria para hacer frente a la crisis sanitaria y económica. Tanto Esquerra Republicana como Junts per Catalunya han expresado su malestar y su distancia con el Ejecutivo de coalición que preside Sánchez. Sus votos, sin embargo, serán distintos. Mientras que Esquerra ha defendido su abstención, JxCat ha insistido en su voto en contra.
Sánchez ha justificado la petición de una nueva prórroga del estado de alarma, hasta el 10 de mayo, y ha señalado que el desconfinamiento, una nueva normalidad, podría llegar a mediados de mayo, sin descartar pasos atrás, en función de los datos de contagiados y de fallecidos. Contará con el voto a favor del PP, pese a las críticas contundentes que ha sostenido Pablo Casado, y de Ciudadanos, que también le ha advertido que no ofrece ningún “cheque en blanco”, pero Sánchez ha comprobado la total oposición del independentismo, que reclama poder gestionar, desde la Generalitat, esa nueva fase de la crisis sanitaria.
Sánchez, ¿cómo Churchill?
Ha sido Gabriel Rufíán, el portavoz de ERC, quien ha constatado que su posición está “más cerca del no que nunca”, aunque se decantará por la abstención, en la votación al final de la jornada de este miércoles en el Congreso. La petición de los republicanos es que se forme la mesa de diálogo sobre Cataluña antes de que acabe el mes de junio. Para Sánchez, Rufián ha tenido una frase que denota ese total distanciamiento: “Churchill ganó la Segunda Guerra Mundial, pero a los dos meses perdió las elecciones simplemente porque no lo supo comunicar”.
De forma más contundente se ha expresado Laura Borràs, la diputada de Junts per Catalunya, al censurar al Gobierno por el control total de la situación, que ha dejado a las comunidades autónomas en una posición marginal. “Descentralización, empoderamiento y responsabilidad”, ha pedido, dejando claro que los exconvergentes votarán en contra de la prórroga del estado de alarma. Borràs ha insistido en que el Gobierno "está protagonizando la gestión más reaccionaria" sobre el confinamiento de Europa.
Nueva realidad
En otra posición muy distinta está el PNV, aunque mantiene la crítica de fondo, similar a la de los independentistas catalanes. Su portavoz. Aitor Esteban, ha pedido a Sánchez que piense en cómo va a gestionar la fase de desconfinamiento y que debe ofrecer un papel a las comunidades si quiere contar con un nuevo voto a favor de los nacionalistas vascos en el momento en el que necesite prorrogar, otra vez, el estado de alarma. Por ahora, votará a favor.
En esta situación, el Ejecutivo de Sánchez deberá afrontar una nueva realidad: la aproximación, aunque muy crítica, del PP, y la colaboración con Ciudadanos, y el voto crítico del PNV, y la hostilidad de los partidos independentistas catalanes. Con Esquerra la relación se ha enrarecido, aunque, por ahora, los republicanos mantienen una actitud de espera.