Los municipios turísticos se blindan ante la posible llegada de visitantes en plena epidemia de coronavirus. Y algunos están redoblando sus esfuerzos con motivo de la Semana Santa. Es el caso, por ejemplo, de Salou. El ayuntamiento de esta localidad de la costa tarraconense ha aumentado estos días los controles de acceso al municipio para intentar evitar la afluencia de turistas y de personas que tienen allí sus segundas residencias.
La policía local vigila que se cumpla la cuarentena y la prohibición de circular durante el estado de alarma. Y su alcalde, Pere Granados, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que delate a aquellos vecinos que estén llegando a sus casas y apartamentos procedentes de otros lugares.
"Pedimos la colaboración de los vecinos y, si ven que hay movimiento en alguna vivienda o apartamento que no es residencia habitual, lo pongan en conocimiento de la policía local para poder actuar de forma inmediata", ha manifestado su alcalde.
Su caso no es el único, pues en otras localidades de la costa catalana también se han adoptado medidas similares. En la misma Costa Daurada, por ejemplo, Vandellós, Hospitalet de l'Infant, Montroig o Miami Platja también han cerrado varios de sus accesos. Adoptando, además, otras medidas de control del movimiento de personas como el uso de drones.