Torra se abraza ahora a los ayuntamientos para pedir ayuda al Estado

Ayuda al Estado y de la mano de todos los alcaldes catalanes. El presidente Quim Torra ha enviado una carta a todos ellos para “exigir juntos” una inyección de liquidez económica, y pedir reformas legislativas que puedan beneficiar a las administraciones locales para paliar la crisis provocada por el coronavirus. Torra quiere arroparse con los ediles, en un momento en el que él mismo ha admitido una mala gestión para hacer frente al coronavirus, especialmente en relación a las residencias de ancianos. También lo hace después de obstaculizar las labores de ayuda del Ejército, para después aceptar su papel en la crisis sanitaria. 

Torra pide medidas que, de hecho, el Gobierno central ya ha tomado o tiene pensadas para hacer frente a la crisis. Con ello, el mandatario catalán sigue su estrategia de anticiparse para ver, luego, ‘recompensas’ que sabe que se adoptarán. “Juntos tenemos que conseguir del Gobierno del Estado la suspensión de la regla del Gasto, la flexibilización de la Ley de Contratación Pública y la derogación de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local”, señala Torra, con el objeto de que los municipios puedan colaborar en la recuperación económica. 

"Cooperar con los municipios"

La petición llega después de que administraciones locales, como la Diputación de Barcelona, se hayan anticipado en el servicio a los ayuntamientos, con material sanitario, lo que ha provocado fricciones con la Generalitat.

El president expone su “convicción personal” de que una “sólida alianza” entre los ayuntamientos y el Govern permitirá superar la amenaza sanitaria, y el posterior reto económico y social que se planteará. “Tenemos la obligación, la necesidad, de cooperar y complementarnos. De sumar miradas para multiplicar decisiones y las acciones que, ahora ya, los ciudadanos esperan”, ha reiterado Torra.

A su juicio las administraciones locales, ayuntamientos y consejos comarcales, deberían contar con los recursos suficientes para hacer frente a la demanda de los ciudadanos, en la inminente crisis. Eso sí, con los recursos del Estado, que reclama, para tener la mayor “liquidez” posible.