El objetivo se ha mantenido inalterado y se ha reforzado con la crisis del coronavirus. El independentismo ha utilizado las consecuencias de la pandemia para atacar a la democracia española, con una campaña de “desinformación” a través de redes sociales y de intervenciones públicas, entre ellas las del mismo presidente de la Generalitat, Quim Torra. Así lo desvela un informe --que se puede leer en este enlace-- realizado por el investigador Nicolás de Pedro, Senior Fellow de The Institute for Statecraft de Londres, y publicado por el Instituto de Seguridad y Cultura.
¿En qué ha consistido esa campaña? Aunque el presidente Torra, dirigentes de su partido y miembros del Govern han insistido en que se trataba de luchar contra el coronavirus y buscar mejores soluciones para atajar la crisis sanitaria, el informe muestra que se ha tratado en todo momento de fijar diferencias respecto a España, delimitando, como si se tratara de dos estados con plena soberanía, las diferentes actuaciones.
Torra insiste en el "confinamiento" para Cataluña (24 de marzo) / YOUTUBE
Desafío para España
Según el autor del informe, “la desinformación representa un desafío estratégico para España”, y será contraproducente para combatir el coronavirus. “La desinformación provoca víctimas y hará mucho más costosa y difícil la superación de la crisis que afrontamos”, apunta Nicolás de Pedro.
Uno de los momentos clave de esa desinformación fue la entrevista de Torra en la BBC del pasado 19 de marzo. Con ella, el presidente catalán pretendía apelar a la mediación exterior y pasar, según De Pedro, “de un conflicto interno entre catalanes a una cuestión entre Cataluña y España, concebidas como dos entidades ajenas y en pie de igualdad soberana”.
Convivencia civil
Esas intervenciones se han complementado con mensajes a través de las redes sociales, en los que se insistía en que la no confinación total decretada por el Gobierno español ponía en peligro vidas humanas, y perjudicaba a Cataluña, que sí quería tomar esa medida. Los mensajes señalaban que el coronavirus “viene y es culpa de Madrid”, o que al “Estado español” no le importa la “muerte de catalanes”, o que “con la independencia habría menos muertos”.
El informe señala que esa estrategia puede ser peligrosa y complicar la convivencia civil. “La Generalitat está tratando de fijar en el imaginario nacionalista una narrativa insidiosa de tono conspirativo que puede envenenar la convivencia cívica, tratando, al mismo tiempo, de difundirla internacionalmente”.
Un 155 encubierto
¿Cómo se ha vehiculado? En las redes sociales hay perfiles independentistas, que no ofrecen su nombre, pero también se ha difundido información falsa a través de las grandes asociaciones soberanistas, como la ANC. En el documento de Nicolás de Pedro se recoge el envío de cartas de la ANC a los cónsules destinados en Barcelona. Y en ellas se culpa “a los madrileños de la propagación del coronavirus” y se acusa a la Guardia Civil de “retener y requisar” material sanitario con destino a Igualada, que, todavía, es uno de los focos de la pandemia del virus en Cataluña.
La portavoz de Junts per Catalunya en el Congreso, Laura Borràs, ha colaborado de forma entusiasta en esa campaña. Con la incorporación de los cuerpos de seguridad del Estado y del Ejército, para ayudar en la lucha contra el coronavirus, y con su presencia en las ruedas de prensa diarias, para dar cuenta de los resultados y actuaciones, Borràs declaraba: “Los tipos de uniformes que necesitamos son blancos, no verdes ni de camuflaje. Ya sabemos la receta mágica para todo: unidad de España, anticuerpos muy españoles y Ejército o policía”.
¿A quién juega a favor el tiempo?
En el caso de miembros del Govern, el consejero Jordi Puigneró apuntaba en la misma dirección: “155, 155 digital, 155 coronavirus. MarcaEspaña, thisistheralspain”, que complementaban otros mensajes en las redes con el latiguillo “España, antes infectada que rota”.
Con una estrategia definida, que se apoya en los medios públicos de la Generalitat, Catalunya Ràdio, y, principalmente, TV3, televisión en la que se ensalza de forma continuada a Quim Torra, el autor del informe muestra su preocupación a medio y largo plazo: “Si no se alteran el marco y las dinámicas descritas, lo que cabe preguntrse es si el tiempo y la demografía juegan a favor de España o del independentismo”.