La Generalitat de Cataluña insiste en atribuir al Gobierno español los déficits de su propia gestión en la lucha contra el coronavirus. El Ejecutivo independentista catalán ha anunciado este viernes la interrupción de todos los trabajos de construcción dependientes de la administración catalana. Una decisión que llega dos semanas después de que el Gobierno central decretara el estado de alarma, y apenas dos días después de que la propia Generalitat anunciara que sólo suspendería sus obras públicas cuando el contratista lo solicitara.

Esta circunstancia, contradictoria hasta ahora con el "confinamiento total" que los dirigentes autonómicos exigen de forma diaria al Gobierno central y sus continuas críticas y reproches al mismo, ha sido expuesta tanto por Crónica Global como por otros medios de gran alcance catalanes. Y, como es natural, ha dado lugar a numerosos comentarios en las redes sociales. Uno de ellos ha sido el de la teniente de alcalde de Barcelona Janet Sanz que, haciéndose eco de la noticia, ha destacado que el Govern ha mantenido hasta hoy mismo 36 obras públicas en activo.

"Irresponsabilidad"

"Es una irresponsabilidad. Si los ayuntamientos las hemos parado, la Generalitat también puede", ha advertido Sanz antes de que la Generalitat se decidiera a interrumpir hoy las suyas.

La observación de la concejala de Barcelona En Comú ha sido mal recibida por la consejera de Presidencia y Portavoz del Govern, Meritxell Budó (JxCat) que, lejos de hacer autocrítica, se ha mostrado indignada culpando de dicho retraso a "Madrid".

"Hemos tenido que revisar la normativa y adaptarla por culpa del Decreto de vuestros compañeros de Madrid. Hoy ya se ha resuelto. Menos polémica, menos demagogia y menos palos en las ruedas. Y una sugerencia: demostrad que mandáis en La Moncloa y parad toda la obra privada", ha reprochado la consejera postconvergente.

"Si se puede ahora, se podía hace 10 días"

La cosa no ha acabado ahí, pues la réplica de Sanz ha sido contundente: "Si se puede ahora, se podía hace 10 días, como ya demostramos en Barcelona. En todo caso, buena noticia que se paren las obras públicas del Govern.