La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reaparecido en formato físico hoy lunes, 23 de marzo, tras 14 días de cuarentena preventiva por haber entrado en contacto con un trabajador municipal que dio positivo por Covid-19. La munícipe ha comparecido --y esta vez sí ha respondido preguntas-- para echar balones fuera sobre el encarecimiento de la conservación de nichos de los cementerios municipales en plena pandemia.

Colau ha pasado el problema al teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle. El concejal del PSC ha admitido que la "tasa de conservación de nichos se giró [a los ciudadanos] con arreglo al calendario tributario", establecido "antes del estado de alarma", aunque algunos recibos han llegado ahora. Según Batlle, al detectar la Hacienda municipal que el cobro del recibo de Cementiris de Barcelona coincidía con el alud de fallecidos por el coronavirus, "el resto de recibos no se han pasado". ¿Y los ya cobrados? "Se buscarán mecanismos para compensar y ayudar a las familias vulnerables", ha prometido el electo, sin dar más datos.

 

 

Albert Batlle sobre la tasa de conservación de nichos / AJUNTAMENT DE BARCELONA

Cabreo vecinal

El teniente de alcalde Albert Batlle ha tratado pues de resolver la papeleta de responder al cabreo vecinal por el cobro de la tasa de mantenimiento de sepulturas en pleno pico de muertos por el Covid-19. De hecho, el ayuntamiento rechaza aportar el número de muertes exactas en Barcelona, alegando que esta es una cifra que recuenta diariamente el Departamento catalán de Salud.

Lo factual es que el Ejecutivo local ha empezado a cobrar la tasa de conservación de nichos del ejercicio 2020 por un importe que suma el doble respecto a la del año anterior, ya que así lo aprobó el pleno municipal de enero. El coste de este gravamen es de 27,80 euros anuales sin IVA por unidad (frente a los 13,90 más impuestos el año anterior) y 58,72 euros más IVA por sepulturas múltiples, una cantidad que se quedaba en los 29,36 euros anuales hasta 2019.

Colau deja solo a Torra

La primera edil sí ha aprovechado su vuelta a la sede del Ayuntamiento de Barcelona para desmarcarse de las demandas del president Quim Torra, quien lleva días exigiendo medidas más duras. "En general, el confinamiento funciona. Hay que recordar que los servicios esenciales no son solo los sanitarios, sino que hay más: la seguridad, la limpieza, la alimentación o los suministros", ha recordado Colau.

¿Hay que endurecer pues el estado de alarma? "El estado actual de confinamiento es exigente y se cumple. Los datos que tenemos indican que ha caído mucho la actividad en la ciudad. Hay que mantener ese nivel para que la crisis [económica] no sea mayor", ha remachado la alcaldesa, dejando así solo a Torra.