El Gobierno catalán no hace declaraciones sobre los cortes de la Meridiana de Barcelona ni sobre la agresión que se produjo este fin de semana a un periodista por parte de los independentistas allí concentrados.
El profesional agredido, Xavi Rius, ha acudido a la rueda prensa para informar a la portavoz del Govern, Meritxell Budó que ha presentado una denuncia contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la portavoz del Gobierno, Meritxell Budó; el consejero de Interior, Miquel Buch; el teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle; el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent; el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez; y el director general de Administración de Seguridad del Departamento de Interior, Jordi Jardí.
Xavi Rius durante la rueda de prensa del Govern / CG
Negativa institucional
Ante la exposición del relato a la consejera de presidencia, esta ha cortado al periodista alegando que “una rueda de prensa no es el espacio para hacer comentarios”. Sin dar respuesta, ha proseguido diciendo que “los comentarios los puede hacer fuera o donde usted considera pero no en esta sala”.
El periodista se ha dirigido a Budó para decirle que ha presentado una denuncia porque no contesta a sus preguntas sobre las medidas que está tomando el Gobierno catalán para detener las manifestaciones independentistas de la citada arteria de Barcelona. Los secesionistas llevan cerca de 130 días cortando la avenida, provocando pérdidas en los establecimientos, retenciones a la entrada y salida de Barcelona e incluso algunas hogueras y disturbios.
Agresión
En el caso de el director de E-notícies, Xavier Rius, FUE agredido este sábado por varios manifestantes que participaban en el corte de la avenida Meridiana de Barcelona que grupos de independentistas llevan a cabo diariamente desde hace cuatro meses para protestar contra la sentencia del procés.
El periodista estaba realizando un reportaje del bloqueo sistemático de la vía cuando varios de los concentrados --la mayoría, embozados o encapuchados-- le han ordenado que dejara de grabarlos. Al negarse, la tensión fue creciendo hasta ser "zarandeado, empujado, rodeado, agarrado por el cuello y agredido por una decena de personas", según explica el digital.