Así juegan los niños del colegio público Cal Maiol de Barcelona en el recreo. De repente, uno de los infantes se arranca a gritar "¡libertad presos políticos!" y "¡democracia!", y sus compañeros le siguen a coro. Lo ha grabado una ciudadana que pasaba por la calle Sagunt, en el distrito de Sants-Montjuïc, alertada por las palabras que salían del patio de la escuela. "Es una vergüenza", exclama la denunciante en el vídeo, que podría tener algunos meses.
Cal Maiol (antes conocida como Perú) es una escuela pública para niños de Infantil y Primaria cuya directora es Nanda Botinas. Puso todas las facilidades para que en este centro se pusieran las urnas el 1-O. Incluso tenía "un plan b y un plan c" en el caso de que la policía precintase las instalaciones e impidiese el referéndum ilegal, según declaró ella misma al Nació Digital en 2017. También abrió el 9N.
También abrió el 9N
Esta escuela fue una de las que programó actividades durante el fin de semana de la consulta ilegal a fin de reunir al máximo de personas e impedir el precinto. Ella durmió en el centro en la víspera. Todo ello, según Botinas, "en defensa de la democracia y del derecho a votar". Eso sí, respiró tranquila cuando la exconsellera de Educació Clara Ponsatí asumó la responsabilidad de abrir todos los colegios el 1-O.
Botinas asumió la dirección del centro hace más de dos décadas. Sin embargo, el colegio nació oficialmente terminada la Guerra Civil, en julio de 1939. De hecho, cambió su nombre para borrar cualquier rastro de su pasado franquista. Estuvo a punto de cerrar sus puertas en la década de 1990, pero la ola de inmigración de aquellos años le dio una segunda oportunidad. En la actualidad, destaca entre sus rasgos la "catalanidad" y ofrece "tradiciones y cultura catalanas".