TV3 sigue su campaña de blanqueo de Jordi Pujol haciéndole participar en una serie de reportajes-documentales en los que explica su labor de gobierno y en los que nadie le pregunta, en ningún caso, por los delitos de corrupción de los que se le acusa. El nuevo Sense ficció, dedicado a los Mossos d’Esquadra, es un nuevo ejemplo, donde habla de dificultades y de su labor para evitar incidentes el 23F.

El expresidente aparece al principio y al final del programa de TV3 explicando el trabajo que implicó crear el cuerpo. “Creo que debíamos tener policía propia”, asegura en el documental, aunque admite que en los primeros años de la transición no se consideró urgente. Mientras que el director de Seguridad Ciudadana entre 1983 y 1984, Miquel Sellarès, habla de que en el Govern de CiU había discrepancias sobre la creación de la policía autonómica, Pujol relata que un gobierno en plenitud implicaba tener una policía.

Salvador

El expresidente se erige en un momento en valedor de la seguridad en las calles de Cataluña durante el 23F. “Nosotros teníamos 100 mossos”, recuerda, que había “traspasado la Diputación de Barcelona”. Era 1981 y aún no había salido la primera promoción propia. Subraya que, por entonces, “el jefe de Mossos era una persona que no merecía” su confianza, comprensiblemente, pero que se vio obligado a hablar con él en diversas ocasiones, especialmente por el intento de golpe de Estado del teniente coronel Tejero.

Pujol relata, entonces, una anécdota de ese día, que no acaba siendo contrastada en el reportaje: cuenta que llamó al jefe de los Mossos para recordarle que no había problemas en ese momento ni gente manifestándose en plaza Sant Jaume. Por lo tanto, asegura, mientras la situación se mantuviera en calma “no debían hacer nada”. “Pero que si llegaba alguien armado, ustedes le dan el alto y si es necesario disparan”, concluye el líder político. Afortunadamente, recalca, no pasó nada.

Mossos de confianza

La voluntad del expresidente con los Mossos desde ese momento fue clara, necesitaban a alguien cercano dirigiendo el cuerpo de la policía autonómica. “Era una situación que no se podía mantener de esa manera, se tenían que poner unos mandos que merecieran confianza”, insiste.

El documental prosigue explicando el trabajo que realizó el Gobierno de Pujol para crear una policía catalana propia y conseguir el traspaso de varias competencias que se produce en 1994.

‘Peix al cove’

El documental destaca una frase del expresidente sobre esa época, “tuvimos que acelerar el reclutamiento de mossos nuevos y fue complicado y difícil, pero se ha hecho”. No se aclara por qué, sólo se resaltan los supuestos problemas a los que Pujol tuvo que hacer frente, siempre según su versión, que TV3 expone sin repreguntar.

Tras esa frase aparece el acuerdo de la Convergència de Pujol con el PP de Aznar que acabó con el traspaso definitivo de las competencias. Un momento en el que se le da libertad a Pujol para defender su política del peix al cove. “El pacto del Majestic es una cosa que mucha gente ha criticado por un supuesto contraste con lo del peix al cove. Pero el peix al cove quiere decir los Mossos d’Esquadra”, se vanagloria el líder político. “Fue lo que ahora llaman un pacto de win-win” en el que, según él, ganaron ambas partes.

Espionaje

Las dificultades que relata el expresidente en el reportaje de TV3 vienen apoyadas por declaraciones del coordinador de proyectos del instituto de Seguridad Pública de Cataluña entre 2015 y 2018, Jaume Bosch, y del exdirector de Seguridad, entre otros. Un Sellarès que aprovecha los micrófonos para atacar al teniente coronel de la Guardia Civil e instructor policial del caso del 1-O, Daniel Baena, a quien tilda de “personaje” que “aún no se llegan a creer que no disponemos de servicios de información”.

La declaración del exjefe de Seguridad catalán viene a tenor de unas palabras de Pujol en las que asegura que cuando se crearon las primeras escuelas de Mossos alguien, no da ningún nombre, le dijo que “todo esto está bien, pero has de hacer una policía para espiar a tus adversarios políticos”. El expresidente asegura que él dijo que “en eso no entro y no lo hicimos nunca”, una frase que remata con “el tiempo ha demostrado que los otros lo han hecho”, en referencia a los espionajes de Villarejo.