ERC, JxCat, la CUP, Sobiranistes, EH Bildu y el BNG han realizado un acto de protesta contra la monarquía consistente en un plantón al Rey durante la apertura solemne de la XIV legislatura en el Congreso y en la lectura de un manifiesto en el que tildan a Felipe VI de "antidemocrático" y "heredero del franquismo".
El texto, titulado No tenemos Rey. Democracia, libertad y repúblicas, ha sido leído en la Cámara baja por los portavoces de las citadas formaciones nacionalistas, Gabriel Rufián (ERC), Laura Borràs (JxCat), Mireia Vehí (CUP), Oskar Matute (EH BIldu) y Néstor Rego (BNG), en español, gallego, catalán y euskera.
"No nos representa"
"La monarquía española y su máximo exponente, el Rey de España, no nos representa", empieza señalando el manifiesto. Y añade que "la sociedad catalana, vasca y gallega rechazan mayoritariamente la figura de una institución anacrónica heredera del franquismo que se sustenta en el objetivo de mantener e imponer la unidad de España y sus leyes, negando así los derechos civiles, políticos y nacionales que asisten a nuestra ciudadanía y a nuestros pueblos".
Los firmantes consideran que en su "camino democrático hacia la libertad" a la que dicen aspirar, "el Rey no es un interlocutor válido" para ellos. "Ni tiene la legitimidad de nuestros pueblos, ni le reconocemos ninguna función política", insisten. Y subrayan: "Menos aún cuando su papel hacia nuestras naciones no ha sido otro que el de intentar imponer proyectos y valores antidemocráticos, como quedó demostrado en el discurso autoritario pronunciado el 3 de octubre".
"Ruptura con los valores que representa"
Los independentistas catalanes, vascos y gallegos acusan a la monarquía española de ser "un estamento que no responde a los valores republicanos de libertad, igualdad y democracia" que los ciudadanos de Cataluña, País Vasco, Galicia y "las mayorías sociales del Estado anhelan".
"Una democracia real solo será posible desde la ruptura con la herencia, las bases y valores que representa el Rey y su figura. Por eso, consideramos que el Rey y la monarquía han de dejar de ejercer su tutela sobre la ciudadanía y sobre los gobiernos y parlamentos que de la voluntad popular emanan. Solo así se podrá dar curso a soluciones basadas en el respeto a la voluntad popular, la libertad y la democracia", concluyen.