Sánchez se reunirá con Torra a pesar de las dudas arrojadas por Calvo

La reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ya tiene fecha (el 6 de febrero) y lugar (Barcelona) después de muchas largas, pero la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo, ha sembrado dudas este jueves sobre su celebración.

En un acto en memoria de las víctimas españolas del nazismo, Calvo ha deslizado que, "de producirse" la reunión entre Sánchez y Torra, se hará para hablar de los problemas de Cataluña en el marco de la "seguridad jurídica" del Estado español y no para afrontar esta conversación desde algunos planteamientos que ha visto reflejados en los medios de comunicación por parte del independentismo. Con todo el Gobierno ha declarado posteriormente que el encuentro sigue en pie, "como no podía ser de otra manera".

Guerra: "No me reuniría con Torra"

También este mismo jueves, el exvicepresidente socialista Alfonso Guerra ha asegurado en Onda Cero que si él estuviera en el lugar de Sánchez no se reuniría con Torra. No obstante, ha confesado que desconocía si ese encuentra se celebrará al final o no. El president ha perdido su condición de diputado en el Parlament por desobedecer a la Junta Electoral Central y ha convocado elecciones.

Para Guerra, "tiene gracia" que Torra haya dicho que su gobierno ya no tiene recorrido, cuando "nunca lo ha tenido" y "no han hecho nada". Del mismo modo, y ante el anuncio de adelanto electoral sin fecha en la autonomía,  ha declarado que, como "los independentistas están enfrentados, Ciudadanos podría ganar por mayoría absoluta", pero "la caída estrepitosa lo coloca en una situación complicada".

Torra y la mesa de negociación

Por su parte, Torra ha condicionado este jueves la mesa de diálogo con el Gobierno a lo que le plantee el presidente Sánchez, que trasladará en una reunión a los partidos independentistas para valorar su opinión. Lo ha hecho en una entrevista en Catalunya Ràdio.

"Necesito saber en qué condiciones negociaremos lo que sea necesario negociar, que es el ejercicio del derecho a la autodeterminación y la amnistía. Es el encargo que tenemos", ha explicado. "No creo que la movilización de tantos catalanes sea para negociar una reforma del Estatut", ha reflexionado.