La Generalitat cuenta con el visto bueno del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación para crear delegaciones en Argentina, Túnez y México. El departamento ministerial que lidera Arancha González Laya no ha declarado ninguna objeción sobre el texto de los decretos aprobados por el Govern, lo que muestra un cambio de 180 grados respecto a la visión de Exteriores de hace menos de medio año, cuando era liderado por Josep Borrell.
El Ejecutivo catalán intentó abrir estas tres delegaciones --"embajadas", según las califican desde la Generalitat-- en junio de 2019, una decisión que el Gobierno presentó un recurso judicial ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) tres meses después para paralizarlas. El tribunal activó medidas cautelares contra las aperturas pero los nuevos decretos las dejan sin efecto, por lo que podrán abrir estos espacios.
Decretos de las 'embajadas'
Los tres escritos para la activación de estas delegaciones internacionales fueron aprobados a mediados de enero por la Generalitat. Fuentes del Ministerio de Exteriores han asegurado que estos textos incluyen una serie de enmiendas propuestas por el propio departamento, por lo que no ven motivos para posicionarse en contra de ellos.
La Generalitat envió al ministerio los textos normativos antes de que fueran aprobadas --según destacan desde el departamento nacional-- para recabar el informe estipulado en la Ley de Acción Exterior de 2014. Este informe no es vinculante y, de hecho, el Govern ha abierto en el pasado varias delegaciones sin haber recibido el beneplácito de Exteriores. Dado que en esta ocasión las correcciones propuestas por el ministerio fueron aceptadas e incluidas en la redacción, el Gobierno no tiene objeciones respecto a su "literalidad".
Cerrar delegaciones por vía judicial
Eso sí, las mismas fuentes recuerdan que el Gobierno puede pedir judicialmente el cierre de delegaciones si considera que su actividad vulnera la legalidad o que es contraria a los intereses nacionales. Esta fue la argumentación que exministro Borrell esgrimió para pedir la paralización de estas embajadas tras el verano de 2019: aseguró que se convertían en "herramientas necesarias" para que el Gobierno catalán llevara a cabo su política para la "separación de España".
Cuando se abran estas tres oficinas, la Generalitat contará con un total de 16 delegaciones en el exterior, incluida la de Bruselas, dedicada a la Unión Europea.