La consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha dejado la puerta abierta al adelanto electoral en Cataluña en caso de que la justicia sentencie en firme la inhabilitación del presidente autonómico, Quim Torra, ante lo que deberá "pronunciarse" el Parlament.
Según ha explicado después del Consell Executiu de este miércoles, si el Tribunal Supremo confirma la inhabilitación de Torra deberá informar al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), y este dará "una orden directa" al Parlament de ejecutar el dictamen.
En manos del Parlament
"En ese momento habrá un pronunciamiento del Parlament, porque el mecanismo es una instrucción que se da al Parlament. No es vía directa al presidente de la Generalitat, sino que es una instrucción al Parlament, que es quien tendrá que dar cumplimiento", ha subrayado Budó.
Si todo ello se produce, se abrirá un plazo de 10 días para que el presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC), proponga otro nombre y, tras él, otro plazo de dos meses para escoger nuevo presidente. Si no se consigue habrá elecciones.
Elecciones en cualquier momento
"Este es un escenario que se tiene que contemplar, pero ahora estamos en el plazo de defensa legal", ha advertido, y ha recordado que ahora es el momento en que la defensa de Torra está preparando el recurso de casación que hay que presentar al Supremo para que este pueda sentenciar en contra o a favor de lo que sentenció el TSJC.
En respuesta a los periodistas, ha destacado que esa no es la única fórmula en la que puede haber un adelanto electoral porque "obviamente el presidente en cualquier momento puede convocar elecciones", tiene esa potestad, aunque ha destacado que ni el presidente ni el Govern han hablado ni han puesto sobre la mesa esta opción.
Torra y la desautorización de Torrent
Torra, por su parte, ha declarado en Ràdio 4 que no hará caso de una sentencia firme del Tribunal Supremo que lo inhabilite, a menos que sea el Parlamento de Cataluña quien lo "desautorice" y, acatando esa sentencia, lo aparte de sus funciones.
"Si el Parlamento de Cataluña llegase a este extremo de desautorizarme, estaríamos hablando de que seguramente estaríamos unos meses con un presidente en funciones y se convocarían elecciones", ha señalado.