La imagen de Carles Puigdemont no está saliendo demasiado bien librada en sus primeras 24 horas como europarlamentario. El prófugo de la Justicia española empieza a dejar su huella en la Eurocámara, pero no por sus reinvindicaciones --en contra de lo que él mismo afirma--, sino por sus salidas de tono y sus desaires.
La indiferencia, cuando no el rechazo, que el ex presidente de la Generalitat ha generado entre la inmensa mayoría de europarlamentarios contrasta con el interés que ha suscitado entre algunos de los más firmes detractores del proyecto comunitario. Es el caso del populista Nigel Farage, exlíder del UKIP y fundador del Partido del Brexit, uno de los pocos que se dejaron caer por su escaño en el gallinero para retratarse con él.
"Encantado de conocerle"
El dirigente eurófobo ha difundido este martes la imagen con un mensaje de apoyo al prófugo: "Encantado de haber conocido a Puigdemont ayer. Los separatistas catalanes han sido tratados de forma horrible. ¿Es por eso que son euroescépticos?", se ha preguntado.
Además de por sus compañías, Puigdemont también ha hecho gala de su actitud poco dialogante al negar el derecho a réplica de PP y Cs después de su primera intervención en la Eurocámara, donde todo su interés se ha centrado en sostener que "Cataluña" es "un asunto interno europeo".
Apela al diálogo... y lo rechaza
El prófugo ha instado a buscar una solución "política por la vía de la negociación y el diálogo". Algo a lo que, paradójicamente, ha renunciado a continuación, rechazando escuchar a los eurodiputados Dolors Montserrat (PP) y Luis Garicano (Cs), que habían pedido la palabra para replicar al líder independentista.
Montserrat y Garicano han recurrido a la tarjeta azul que prevén las reglas del Parlamento europeo para indicar que se desea realizar una pregunta al eurodiputado que está interviniendo. Preguntado por la presidencia de la Eurocámara si aceptaba estas peticiones, Puigdemont se ha limitado a responder con un rotundo: "No".
Con estas credenciales, no es de extrañar que el grupo de Los Verdes rechace la incorporación de Puigdemont, recordando además sus simpatías por la extrema derecha nacionalista flamenca.