Cuatro vicepresidencias y una quincena de ministerios, de momento. Al primer Gobierno de coalición de España, que presidirá Pedro Sánchez, todavía le falta definir los líderes de otras tres carteras: Cultura, Justicia y Política Territorial. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere beber de la ortodoxia europea, del núcleo que conoce a la perfección cómo se manejan los hilos en la Unión Europea. Está convencido, como señalan fuentes socialistas, de que el nuevo Ejecutivo no podrá fallar cuando surjan las dificultades en el ámbito económico. No quiere que le ocurra como a José Luis Rodríguez Zapatero, con un Gobierno que se derrumbó con el inicio de la crisis económica en 2008.

Por ello, en la elección de ministros, Sánchez ha optado por figuras expertas en sus ámbitos de responsabilidad, con dos figuras que ilustran esa apuesta: la jurista Arancha Gónzalez Laya, como nueva ministra de Exteriores, que ha trabajado en la Organización Mundial de Comercio; y José Luis Escrivá --el hasta ahora presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), el organismo que impuso la Comisión Europea para controlar las cuentas del Estado-- al frente de Seguridad Social.

Hay también elecciones de carácter político y la búsqueda de equilibrios. Todavía falta por concretar los nombres al frente de Justicia --no repetirá Dolores Delgado--, Cultura --José Guirao queda fuera-- y Administraciones Territoriales, que dirigía Meritxell Batet. Destaca en esos equilibrios la elección de Salvador Illa, el número dos del PSC, que ha sido un hombre esencial en la negociación con Esquerra Republicana de Catalunya para garantizar la investidura de Sánchez. Algunos nombramientos del presidente socialista ya han colmado las redes sociales de memes y bromas. Sentido del humor a los españoles no les falta.