Una dulcificación de última hora, producto de las enmiendas presentadas. El PSC ha puesto sobre la mesa la cuestión de la inmersión lingüística, y reclama que se pueda flexibilizar en función de la realidad socio-económica de cada centro, pero, en la ponencia del congreso que celebran los socialistas este fin de semana se incorpora la “defensa del catalán” como lengua vehicular, y se defiende el concepto de inmersión lingüística, que no se recogía de forma explícita.
Los socialistas, liderados en esta cuestión por Eva Granados, que será la viceprimera secretaria del partido, como mano derecha de Miquel Iceta, mantienen, sin embargo, toda la carga de profundidad de su propuesta. Se considera que esa inmersión lingüística se deberá “flexibilizar” en función de cada centro, que tendrá autonomía para desarrollar sus propios planes. También se mantiene la reivindicación de un modelo plurilingüe en todo el estado.
Lengua vehicular, el catalán
La voluntad de alcanzar un consenso ha llevado a un nuevo texto que, tras las enmiendas recibidas, recoge esa defensa de la lengua catalana como lengua vehicular, dentro del llamado modelo de inmersión lingüística.
La posición quedó definida, de hecho, esta pasada semana en el Parlament. El PSC rechazó dos proposiciones del PP y de Ciudadanos en las que se pedía modificar la Ley de Educación de Cataluña, para poner fin a la inmersión lingüística en catalán. Entonces, ya se plasmó, a través de la socialista Esther Niubó, lo que se ha concretado ahora en la ponencia: “No cuestionamos el catalán como lengua vehicular”, señaló Niubó.
Y "el nacionalismo español"
Miquel Iceta no ha querido que esa cuestión sea un motivo de fricción, pese a haber alentado y apoyado que se sometiera a un debate público, y que, a partir de ahora, no se consideré un “tabú”. Con ello, los socialistas señalan que siguen el mismo espíritu que el que defendió el consejero de Educación, Josep Bargalló, de ERC, quien, hace un año, abrió la posibilidad de flexibilizar las horas de catalán, introduciendo más horas de castellano, en escuelas en las que se necesitara. Y al revés, en función de cada contexto social y económico.
Pero en la ponencia del PSC se incluía otra consideración, con un componente político claro. Y es que se culpaba al independentismo de haber hecho un uso partidista del catalán. Finalmente, y a partir de las enmiendas recibidas, el texto que se someterá a votación añade que esa responsabilidad se debe compartir, también, con el “nacionalismo español”. Se trata de una tercera vía que el PSC quiere reflejar entre los que quieren “un modelo monolingüe” y los que rechazan el “plurilingüismo” del Estado español. Lo que se reclama, en la misma ponencia, es que España, como Estado, apueste por la “ley de lenguas” que defiende esa pluralidad lingüística en todo el territorio.