Arranca el decimocuarto congreso del PSC, donde se revalidará el liderazgo del tridente formado por Miquel Iceta, quien ha anunciado que propondrá a Núria Marín, alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), como presidenta del partido, y a Eva Granados, como viceprimera secretaria. Salvador Illa seguirá al frente de la Secretaría de Organización y Acción Electoral.
Todo apuntaba a un cónclave plácido, pero la decisión de los socialistas de romper el tabú de la inmersión lingüística y su apuesta por la plurinacionalidad en plenas negociaciones sobre la investidura de Pedro Sánchez, han puesto el foco mediático sobre esta reunión, donde el primer secretario del partido será ratificado como candidato a la presidencia de la Generalitat.
“Hay quien asimila el castellano con algo extranjero y eso no lo vamos a permitir, porque en Cataluña hay dos lenguas oficiales, utilizadas y queridas”, asegura Granados a Crónica Global, quien ya ejercía de facto como número dos del partido, pero que a partir de este congreso tendrá cargo orgánico.
Enmiendas a la propuesta oficial
La ponencia política de los socialistas apostaba desde un principio por la “defensa del catalán y castellano a través de un modelo plurilingüe en la escuela con la flexibilidad que la realidad sociolingüística presente en nuestro país exige”. A partir de ahí se produjo una tormenta política y mediática, aunque la propuesta, recuerda la propia Granados, “es la misma que hizo hace un año Josep Bargalló”, consejero de Educación de la Generalitat, en el documento El modelo lingüístico del sistema educativo en Cataluña. El aprendizaje y el uso de las lenguas en un contexto educativo multilingüe y multicultural, en el que se ponía de manifiesto la necesidad de reforzar en castellano en centros escolares donde el catalán tenía un fuerte arraigo social. (Puede leerse en este enlace).
La propuesta del PSC también ha generado un vivo debate dentro del partido, donde diversas agrupaciones han presentado enmiendas a favor y en contra de flexibilizar la inmersión lingüística. De ahí que la dirección intente incorporar las distintas sensibilidades.
“El texto inicial era muy sintético y ahora lo hemos ampliado, reconociendo que el catalán es la lengua vehicular en las escuelas”, explica la dirigente socialista, quien ayer mismo seguía negociando esas enmiendas.
¿Significa eso un paso atrás respecto a la propuesta inicial?. El debate congresual tendrá lugar pocos días después de que el Parlament haya votado en contra de incluir el castellano como lengua vehicular en la educación con apoyo del PSC. “Precisamos que junto a ese idioma vehicular, habrá contenidos curriculares también en castellano en función de las necesidades. No puede ser que en un instituto de L’Hospitalet no se hable en catalán. El objetivo debe ser el dominio culto de ambos idiomas”, afirma Granados, quien sentencia: “El PSC está en contra del monolingüismo”.
La postura de los Moviments de Renovació Pedagògica
Subraya que la Ley de Educación de Cataluña (LEC) –aprobada en 2009 durante el mandato del gobierno tripartito con el apoyo de ERC, PSC, ICV y CiU (los ecosocialistas votaron en contra de algunos artículos—“permite modular la inmersión, otra cosa es que se quiera”. Recuerda que “la inmersión se comenzó a aplicar pensando en los 40 años de represión del catalán durante el franquismo. Ahora hay que evaluar. Dicen que ha sido un modelo de éxito, pero nadie lo hace. Nosotros hemos roto el tabú”. Granados señala que el único sindicato educativo que rechaza la propuesta del PSC ha sido USTEC, y que los Moviments de Renovació Pedagògica -- que agrupa a asociaciones del profesorado que tienen por objetivo la innovación y la mejora educativa--.han apoyado las tesis socialistas.
En efecto, esta entidad considera que la inmersión ha sido un modelo de éxito, pero “es cierto que todo modelo se debe actualizar y la realidad social de Cataluña ha evolucionado considerablemente desde el inicio de la aplicación de la inmersión lingüística” (el comunicado se puede leer en este enlace).
¿Reforma del Estatut?
Otro de los tema conflictivos del congreso socialista es su defensa de una España plurinacional, aunque no es la primera vez que hace una proclama en este sentido. Sin embargo, las negociaciones sobre la investidura de Pedro Sánchez entre PSOE y los independentistas han magnificado esa postura. Este proceso también ha dado lugar a la especulación de que el congreso del PSC ofrecía la reforma del Estatut como solución al encaje de Cataluña en el conjunto de España.
“El debate congresual no tiene nada que ver con las negociaciones para una eventual investidura y no propone un nuevo texto estatutario”, afirman fuentes socialistas, que precian que el párrafo 30 del texto de la ponencia del congreso dice:
"Ahora no hay las mayorías ni los consensos suficientes en Cataluña y España para emprender las reformas necesarias pero cuando estén habrá emplear los dos tercios que son necesarios en Cataluña y las tres quintas parta de Congreso y Senado que se necesitan en España para reformar la Estatuto y la Constitución respectivamente para dotarlos de sentido federal”.