La bronca es interna y de alto voltaje. Con todo el movimiento independentista en ebullición, por la investidura de Pedro Sánchez, pero, principalmente, por la decisión que pueda tomar la justicia europea sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, que repercutirá en Carles Puigdemont, los más fieles al expresidente cargan contra Esquerra, pero también contra Junts per Catalunya.
Uno de ellos es Agustí Colomines, que, junto a Laura Borràs, defiende que no se puede renunciar a la autodeterminación y que se debe poner todo el empeño en eso. Colomines reprocha al grupo de Junts per Catalunya que haya retirado la moción sobre la autodeterminación en el Parlament para “no incomodar” al PSOE, que negocia la investidura con Esquerra Republicana. Y carga contra Esquerra, por decisiones que ha tomado y que vende “como una concesión” a los exconvergentes.
Diputados en el parlamento europeo
Se trata de los irredentos de Puigdemont, que no entienden que se busque recomponer las cosas con el PSOE. Se trata de una pugna que protagonizan los líderes de la Crida per la República, y, de hecho, de una corriente de ese grupo, Acció per la República, que todavía no ha decidido si se integra en Junts per Catalunya, junto al PDeCAT. Es, de hecho, el espacio postconvergente al que se han incorporado independientes y exdirigentes de la izquierda nacionalista.
Ha sido el veterano dirigente de Esquerra, Joan Tardà, quien, después de ser atacado como “botifler” por esos irredentos, ha explicado lo que está haciendo el partido republicano: “Los ‘botiflers’ y ‘traidores’ de Esquerra del ‘mossèn’ (como le llaman esos irredentos a Oriol Junqueras) cederán senadors para que Junts per Catalunya pueda formar grupo parlamentario en el Senado, y facilitará, si es necesario, que Toni Comín y Carles Puigdemont puedan forman parte del grupo parlamentario europeo ALE, donde está Esquerra”.
¿Como en los años 80?
Se refiere Tardà a la necesidad de Junts per Catalunya de tener un grupo propio en el Senado, que, al margen de la proyección política que significa, tiene un componente económico importante. Y también señala que, a la espera de la decisión del Tribunal de justicia de la Unión Europea, sobre la inmunidad de Junqueras, si Puigdemont y Comín obtienen el acta de diputados Esquerra los acogería en el grupo donde se ubican en el parlamento europeo.
Pero el reproche de Colomines se centra en el por qué de esa actuación. “Lo vendes como una concesión. Debes decir a cambio de qué, y así tanto tu como el ‘mossèn’ os mostraríais más honrados. Ya lo digo yo: los bobos del PDeCAT os han comprado la cosa, como si estuviéramos en los años 80, a cambio de retirar la moción sobre la autodeterminación, no fuera el caso de que el PSOE se pudiera cabrear”.
Sin embargo, al margen de esas broncas internas, el grupo de Junts per Catalunya ha asumido ese papel, a pesar de las dudas iniciales del propio Puigdemont. El hecho es que se ha retirado esa moción, para, en palabras del portavoz del grupo parlamentario, Eduard Pujol, “no incomodar al PSOE”.