El movimiento independentista quiere, ahora, que los ciudadanos que estén a favor de la secesión de Cataluña cambien de banco y lleven sus cuentas a otros países. Ha lanzado esta propuesta a través de Huracà Econòmic, un nuevo grupo dentro del enjambre de pseudoplataformas independentistas que propone, entre otras iniciativas, la insumisión fiscal.
La primera acción de este grupúsculo es la creación de una "Guía para cambiar de banco" con el objetivo de "afectar a la economía" de España y a "las corporaciones vinculadas a su régimen". Todo ello para reforzar la "soberanía económica del pueblo catalán", aseguran.
Trasladar el 10% de cuentas catalanas a otros países
Huracà Econòmic asegura que el mundo se encuentra en una "permanente" crisis económica y que, en este contexto, "porcentajes moderados pueden tener un gran impacto" en las economías estatales. Como fórmula de motivación para las bases independentistas, defiende que el traslado de entre el 5% y el 10% del dinero de los catalanes "fuera de los muros del poder estatal" tendría unas consecuencias para la economía española que "podría generar preocupación incluso en Europa".
Las opciones que propone a los secesionistas son el traslado de las cuentas bancarias a entidades financieras de otros países de Europa --lo que denominan "eje de desconexión"-- o a entidades bancarias "éticas que inviertan en proyectos con impacto social positivo para la ecología y la economía social y solidaria".
"Insumisión fiscal efectiva"
La pseudoplataforma asegura que para llevar a cabo una "insumisión fiscal efectiva" es necesaria una "gestión estratégica" del dinero personal. "Es allí donde tenemos nuestro dinero donde somos más frágiles en la desobediencia, tanto en la calle como a la hora de pagar impuestos", defiende Huracà Econòmic.
La insumisión fiscal es una de las vías que el independentismo enarbola de forma recurrente para dañar al Estado. Una de las iniciativas que insisten en llevar a cabo a tal efecto es, por ejemplo, la creación de una "hacienda catalana" para que la recaudación de los impuestos no vayan a las arcas públicas nacionales, aunque ello conlleve un delito fiscal y tenga importantes consecuencias. Sería el caso, por ejemplo, del restaurante de Siurana que tuvo que cerrar porque decidió ingresar los impuestos del IVA y de sociedades a la Agencia Tributaria Catalana, y no a Hacienda.
Del tsunami al huracán
Huracà Econòmic ha distribuido a través de las redes sociales un primer texto sobre las claves de "desobediencia económica" que forman la base de la plataforma, así como también de su estructura.
Especifican que es "un movimiento participativo, sin líderes ni portavoces" para incidir en diversos ámbitos relacionados con las finanzas. Es la misma base de la que supuestamente parte Tsunami Democràtic, pero con un objetivo ditinto.