La verbigracia del presidente de la Generalitat de Cataluña vuelve a actuar. Quim Torra ha declinado participar en los actos oficiales del Día de la Constitución porque, en su opinión, la Carta Magna no representa a la "mayoría de los catalanes". Excusa que ha aprovechado para enarbolar, de nuevo, la creación de una constitución catalana.
El president fue invitado a asistir a las actividades organizadas para el 6 de diciembre en Barcelona y Madrid por la Delegación del Gobierno en Cataluña y por las Cortes, respectivamente. Ambas invitaciones han sido rechazadas por el político independentista, que alega razones "políticas y éticas" para explicar su negativa.
La Constitución de la "represión"
Torra ha defendido que la Constitución ha sido "interpretada de la manera más restrictiva posible" y se ha convertido, con ello, en una "herramienta" para justificar la "represión" que ha vivido Cataluña. Se refiere con estas palabras a la aplicación del artículo 155 en la comunidad autónoma después de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), lo que considera un "golpe a la democracia".
En la carta que ha enviado el president a las administraciones nacionales destaca que los miembros de su Govern están "determinados a escribir" una nueva Constitución que solo aplique a Cataluña y que será "más moderna, más democrática y más justa". "Una constitución catalana que sea fiel a la voluntad de los catalanes en el marco de un proceso democrático y libre", ha subrayado, volviendo a unificar a la sociedad catalana bajo esa "voluntad" independentista.
Catalanes "perseguidos"
Torra ha sostenido que, en nombre de la Constitución, "se persiguen a las personas que tienen un proyecto político diferente a la unidad del Reino de España". El president asegura que el país se mantiene unido de manera "forzosa" y ha asegurado, una vez más, que un referéndum de autodeterminación como el del 1-O es una forma "cívica y democrática" de "resolver el conflicto" en Cataluña.
Cree que esta posibilidad se persigue y se castiga duramente en España, "ante la sorpresa y preocupación de Europa y el mundo", y ha recordado que la Constitución no fue votada por la mayoría de los catalanes que actualmente tienen derecho a voto.