La hegemonía convergente al frente de los medios públicos catalanes tiene sus días contados. Tras la reforma de la ley de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), la renovación de los cargos en este ente encargado de gestionar TV3 y Catalunya Ràdio es inminente.
Pero mientras los partidos independentistas negocian (o renegocian) los futuros directores de los medios públicos catalanes, la presidenta en funciones de la CCMA, Núria Llorach, atraviesa sus días más amargos. A la huelga de trabajadores de la televisión catalana, se une la reprobación parlamentaria de la CUP y un déficit presupuestario de casi 20 millones de euros, a pesar del dinero que inyecta reiteradamente la Generalitat en esos medios, los más caros de España: 230 millones de euros al año.
Mandato caducado hace dos años
Hace dos años que Llorach tiene su mandato caducado, pero es la que da la cara en las comisiones de control de la CCMA que se celebran en la Cámara catalana. La semana pasada, el error de un diputado de Ciudadanos salvó a esta militante de PDeCAT de una reprobación en el pleno del Parlament. Cs, PSC, PP y Catalunya en Comú-Podem votaron contra la presidenta en funciones por su mala gestión al frente del ente que controla TV3 y Catalunya Ràdio.
Llorach se salvó gracias a la abstención de la CUP. Pero 48 horas después de esa votación, la diputada de la CUP Natàlia Sànchez anunciaba en la Comisión de Control a la CCMA que retiraba el apoyo a Llorach por su "falta de transparencia" en una información solicitada por la diputada referente a la facturación de la publicidad de Airbnb y Damm en TV3. Los antisistema criticaron duramente a la presidenta del ente y pidieron explicaciones a la Mesa del Parlament por ese veto informativo. El diputado del PSC David Pérez, habitualmente comedido, se unió a esos reproches.
Llorach, mujer de confianza de Brauli Duart, expresidente de la Corporación, actual secretario general de Interior y hombre fuerte de Quico Homs y David Madí, está imputada por desobediencia en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona por la emisión de la campaña de publicidad del referéndum ilegal del 1-O.
A esta situación se une una nefasta gestión económica de la CCMA, que cerrará 2019 con un déficit de 20 millones de euros y lleva meses redactando un contrato con el Gobierno de la Generalitat que no ve la luz desde 2010.
Las maniobras de Junts con Terribas
Pero es que, además, los trabajadores de TV3 comenzaron el pasado 28 de noviembre una serie de huelgas de 15 minutos para reclamar la recuperación de las 35 horas semanales de convenio, la sustitución de las bajas y la contratación en picos de trabajo, un plan pactado de renovación de plantilla con jubilaciones parciales y contratos de relevo y la solución de los más de 80 contratos indefinidos no fijos.
Reclaman, asimismo, un nuevo consejo de la CCMA “profesional e independiente del Govern y sin cuotas de partido".
Según los acuerdos entre Junts per Catalunya y ERC, los republicanos tendrían la presidencia de la Corporación y la dirección de TV3. No obstante, los neoconvergentes maniobran para retener ese poder mediático. Tal como publicó Crónica Global, la locutora Mònica Terribas es la opción de Junts, bien vista por la CUP, para presidir la CCMA.