El polémico pesebre instalado por el Ayuntamiento de Barcelona de la plaza Sant Jaume, inspirado en un trastero y que ha despertado duras críticas, ha costado 97.000 euros. Esta cifra se une a los 138.000 euros gastados en 2017, y los 114.000 euros correspondientes a 2018, igualmente controvertidos. Así lo ha denunciado el concejal del PP en el Consistorio, Josep Bou, quien califica de "vergüenza" esas partidas en general y, especialmente, la destinada este años a "un pesebre que parece un punto verde de recogida de residuos”. La cifra fue avanzada ayer por Metrópoli.
"En solo tres años Colau ha gastado casi 350.000 euros en pesebres estrafalarios, un hecho vergonzoso que demuestra la mala gestión de la alcaldesa. El ayuntamiento no necesita gastarse un dineral para un pesebre cuando podría montar uno tradicional con las figuras que tiene guardadas de la época anterior a Colau”, denuncia Bou.
El concejal Popular pedirá explicaciones por el coste del pesebre y los criterios que se han establecido para escoger a los autores del pesebre-trastero, ya que todo apunta que se ha hecho a dedo.
“Está claro que un año más Colau cumple con la tradición de ‘montar el belén’ de otra manera. Una vez más evita montar un pesebre con todas las figuras que sea reconocible para los niños que lo visitan con sus familias. La cuestión es hacer performance extrañas para evitar el sentido religioso que tienen las fiestas de Navidad”.
Finalmente Bou ha recordado que “mientras Colau gasta 100.000 euros anuales en un intento de pesebre, deja en el trastero del Ayuntamiento el pesebre real, eso sí, para 2020 el regalo de la alcaldesa a los barceloneses será una subida de impuestos y tasas: sube el IBI un 5,46%, la tasa de terrazas un 400%, así como incrementar impuesto de circulación y los parquímetros”.