Hubo un antes y un después tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre el proceso independentista. La propia sentencia, con penas de prisión para los dirigentes independentistas y la reacción posterior en las calles de distintas localidades catalanas, con la aparición de escenas de violencia, disparó la preocupación de todos los españoles por la independencia de Cataluña.
El CIS ha presentado su barómetro de noviembre, con esa señal en primer término, y es que esa preocupación ascendió como cuarto problema nacional, justo antes de las elecciones del 10 de noviembre.
Batallas campales
Como problemas principales, los españoles señalan la independencia de Cataluña en cuarto lugar. La citan hasta un 19% de españoles. Se trata de la tercera marca más alta, desde que se convocó el referéndum de autodeterminación en octubre de 2017. En ese momento alcanzó el 29%, pero un mes más tarde descendió hasta el 25,6%.
¿Qué consecuencias han tenido esos porcentajes? En gran medida esa inquietud la recogió el partido de ultraderecha Vox, que logró hasta 1,3 millones adicionales en esas semanas, votos que iban a votar a PP o Ciudadanos, y que se inclinaron por Vox tras esos incidentes en ciudades como Barcelona, que acabaron en batallas campales entre manifestantes y los cuerpos de Seguridad del Estado.
Convocar elecciones tras la sentencia
El barómetro del CIS refleja que esa situación tan complicada influyó en el voto del 43,9% de los ciudadanos que participaron en las elecciones, mientras que no llegó a ser decisivo para el 54,6%.
El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, no pudo formar gobierno tras las elecciones del 28 de abril, y se repitieron los comicios, con la idea, por parte de los socialistas, de mejorar su situación. El PSOE sabía que en octubre se iba a conocer la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O; pero asumió las posibles consecuencias.
Vox, el más favorecido
Y es que el mayor beneficiario de esa nueva convocatoria, justo en ese momento, fue Vox, como ahora indican los distintos barómetros y encuestas. El CIS muestra que la crisis en Cataluña provocó que el 60,1% de los que señalaban que les influía reforzaron su decisión de votar al partido al que ya pensaban votar. Pero un 7,4% cambió el sentido del voto, por uno distinto al que habían decidido previamente.
Ese porcentaje es enorme en unas elecciones, y explica lo que algunos expertos, como Oriol Bartomeus, ha calculado: 1,3 millones se pasaron a Vox en las últimas semanas, e hizo que la formación de Santiago Abascal pasara de 2,6 a 3,6 millones de votos entre las elecciones del 28 de abril al 10 de noviembre.
Esos incidentes en Cataluña llevó a un 17% a votar, aunque pensaba no hacerlo, mientras que decantó la balanza al revés a un 5,7%.