Tras el batacazo electoral y el consiguiente adiós de Albert Rivera, Ciudadanos afrontará en las próximas semanas un cambio de rumbo, que en Cataluña debe pasar por un nuevo discurso más político y programático. Así lo reclaman sectores del partido consultados por Crónica Global, convencidos de que es necesario dejar de ir a remolque de los independentistas. “No se trata de buscar culpables, sino de mejorar la comunicación y la organización interna”, precisan estas fuentes.
Actualmente, la formación naranja está liderada por el tándem formado por Lorena Roldán, candidata a la presidencia de la Generalitat y miembro de la Ejecutiva nacional, y Carlos Carrizosa. Es pronto para determinar si la marcha de Rivera, quien no solo deja la presidencia del partido, sino también el acta de diputado, puede afectar a esa dirección. “Pero sería una equivocación que en ese congreso extraordinario solo se renueven los equipos y no se aborde un cambio de discurso”. sostienen.
Más pedagogía
Hace meses que existe malestar en algunos ámbitos de Cs en Cataluña, debido al éxodo de sus principales líderes --Rivera, Inés Arrimadas, Fernando de Páramo…-- y al giro discursivo impuesto por su ya exlíder. Así, las intervenciones broncas y las performances se han convertido en un modus operandi de la formación que ganó las elecciones autonómicas en 2017. Algo que los sectores sociales y empresariales que auparon a Arrimadas no entienden.
“Necesitamos mejorar la organización del partido, abandonar la comunicación vertical, hablar en términos de política, hacer más pedagogía y abandonar el discurso hueco a remolque del independentismo”, explican fuentes del grupo parlamentario.
Fuga de cargos locales
Tal como informó este medio, la línea dura de Rivera, así como los pactos con Vox, han provocado una fuga de cargos municipales, especialmente en el área metropolitana de Barcelona, otrora músculo electoral de Cs. Así, cargos de Sant Boi de Llobregat, Sant Vicenç dels Horts, Vallirana, Esparraguera, Caldes de Malavella o Platja d’Aro han pasado a ser concejales no adscritos tras expresar sus discrepancias con la línea oficial del partido, y en algunos casos han sido cesados por dar apoyo a gobiernos independentistas –Viladecavalls, Cabrera de l’Anoia--.
Asimismo, críticos de Cs de distintas agrupaciones locales registraron la formación Constitucionalistas, “hartos de la rigidez y la dictadura de Carrizosa”.
¿Solo cambio de equipos? También de estatutos
Sin embargo, quienes discrepan de la situación actual de Cs precisan que “Carrizosa se limita a cumplir con los estatutos. Por eso, sería conveniente cambiarlos. Nosotros, a diferencia de otros partidos, no tenemos un consejo nacional donde la militancia esté realmente representada, y eso genera desconfianza”. Además “nadie se queja en el grupo parlamentario, pero luego hay quien lo hace en los pasillos. Hay que dar la cara y mojarse”.
Cs tampoco celebra congresos autonómicos, de ahí la importancia de ese cónclave anunciado por Rivera, quien abandona la política después de 13 años al frente del partido. El batacazo, a juicio de los diputados catalanes, “es incuestionable” y creen que se debe a la recuperación del PP, al auge de Vox, a un trasvase de voto a PSC, pero también a las abstenciones, pues Cs ha perdido dos millones de electores. “Ciudadanos arrastraba a un votante socialdemócrata cabreado porque en lugar de pactar con Sánchez, Rivera creía que la estrategia pasaba por destruir al PP mientras PSOE y Podemos gobernaban. Pero ha quedado claro que esa estrategia era equivocada”, afirman fuentes cercanas al exlíder. El resultado es un descenso de 57 a 10 diputados. Menos que ERC.