La participación en las elecciones de este domingo ha descendido respecto a los comicios del pasado 28 de abril. Hasta las 14.00 horas han votado el 37,89% de los españoles con derecho a voto, por el 41,49% que se alcanzó el 28 de abril.
Se trata de un descenso de algo más de tres puntos, que, según los expertos que se han pronunciado en las últimas horas, no explicaría todavía lo que puede suceder a lo largo de la jornada. En todo caso, contrasta con los comicios generales del 28 de abril. En aquel momento la participación creció de forma sustantiva. A la misma hora, el voto fue sensiblemente mayor que en las elecciones de 2016. Alcanzó, en concreto, el 41,49%, más de cuatro puntos y medio por delante de la de 2016, que alcanzó el 36, 87%, unos 12.755.388 electores.
Mayor participación en Cataluña
Las elecciones de abril supusieron un revulsivo para la izquierda, después de la moción de censura contra Mariano Rajoy, que dio la presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez. Ahora, con la repetición electoral, el voto ha caído.
En Cataluña, sin embargo, la participación de este domingo ha sido mayor a la media española. Hasta el 40,5% ya han depositado su voto en las urnas. Es menor, también, al dato del 28 de abril, cuando votaron el 43,5% de los catalanes, algo más de dos millones. Aquel porcentaje supuso un record de participación, muy por encima al de 2016.
La participación puede ser determinante en los resultados finales. Un voto por debajo del 70% podría perjudicar a la izquierda, aunque el consenso entre los politólogos que se han expresado estos días, como Pablo Simón, es que ese descenso puede afectar por igual a distintos partidos, y que la clave estará en el reparto final de muchos escaños en las provincias pequeñas, las que ofrecen entre cuatro y seis escaños.