La desorientación en el mundo de Junts per Catalunya es total. Los pronunciamientos por la incorporación de Roger Español, que procede de la órbita de la CUP, como cabeza de lista al Senado por Barcelona, se suceden. El denominador común es la perplejidad, y el enorme malestar que ha causado en las filas del PDeCAT y entre los miembros del Govern de Junts per Catalunya. Y sin ningún complejo, la candidata al Congreso, Laura Borràs, ha reivindicado el fichaje, consciente de que se la juega el 10N y que las expectativas electorales son malas.
Borràs, con toda contundencia, se arroga ese fichaje y señala que es lo mejor que podía hacer. “La candidatura de Roger Español la avalo yo. No puedo imaginar una mejor manera de demostrar la excepcionalidad del momento político que vivimos y la transversalidad de Junts per Catalunya. Juntos, todo, divididos, nada”.
El PDeCAT pide explicaciones
Ese es el argumento, el de que todo el independentismo debe ir unido, justo cuando Junts per Catalunya sabe que puede ser el gran damnificado de las elecciones. Tanto Esquerra Republicama como la CUP tienen buenas expectativas de voto. El problema es que JxCAT ha detectado una fuga de votos hacia la CUP, en gran medida por la actuación de los Mossos d’Esquadra en los operativos que se impulsaron para detener los disturbios en Barcelona. La crítica frontal contra los Mossos, y contra el consejero de Interior, Miquel Buch, deja a JxCAT en una mala posición, que han comenzado a paliar candidatos como Español, que ha exigido la dimisión de Buch.
Pero en el PDeCAT han saltado todas las alarmas. El presidente comarcal del PDeCAT en el Maresme, Carles Bosch, pedía este martes que dieran la cara los responsables de ese fichaje, con el argumento de que no parecía “demasiado lógico”, culpar a los Mossos en un momento como este.
"Laura XIV de Catalunya"
Borràs ha recogido el guante, y sin ningún complejo, ha reivindicado que la idea de colocar a Español en el Senado fue de ella. La gran paradoja es que dirigentes como Artur Mas, cuando salgan de casa el domingo 10 de noviembre, deberán ser conscientes de que señalarán, en la casilla del Senado por Barcelona, el nombre de Español, un antisistema del entorno de la CUP, la misma fuerza política que dejó fuera de la política al propio expresidente.
Exmiembros del PDeCAT, que ya no están en el partido por la deriva independentista, han comenzado a bromear con Borràs, con toda la carga política que conlleva: “L’État, c’est moi”, “Junts, c’est moi”, “Laura XIV de Catalunya”.